Una vez más, el Agenais fue uno de los protagonistas del triunfo de Francia ante Inglaterra anoche.
Estos arándanos son mágicos. Ganó anoche en la semifinal del Mundial Sub-20 a Inglaterra (52-31). Una brillante victoria a pesar de un comienzo catastrófico. Durante este encuentro, Pierre Jouvin, titular del puesto de hooker, habrá entregado un juego sobrio y efectivo, como es habitual.
Eficaz en contacto, pero dominado en cuerpo a cuerpo.
Unas pequeñas faltas empañaron levemente la valoración del Agenais, como un pase adelantado que impidió a Oscar Jegou marcar el primer try del partido a los seis minutos de juego, una acción que quizás tendría que poder cambiarlo todo. Porque, durante los diez minutos siguientes, Francia concedió dos tries en rápida sucesión (0-17, 15º). Les Bleuets reaccionaron rápido con dos tries (14-17, 26), pero seguían corriendo tras el marcador al descanso (14-24, 40). En medio de esto, Jouvin seguía siendo igual de preciso en el toque, pero sufrió en el scrum contra una línea de frente inglesa autoritaria.
La revuelta sonó desde el comienzo del segundo acto. Siempre preciso, los toques de Jouvin permitieron a los delanteros adelantar y conseguir un try de penalti. Todo ello, acompañado de una tarjeta amarilla contra los ingleses. Un dato importante ya que los Blueberries tomaron el ascendiente en superioridad numérica. Incluso desplegaron su rugby para volar en la marca de la hora (42-24, 66). Después de 70 minutos sólidos de juego, Jouvin pudo dar paso a la sensación de logro. El jugador de SUA, de 19 años, jugará la final contra Irlanda el viernes (19:00 h).