El director del sala Británico dimite tras el escándalo de las piezas robadas

El director del Museo Británico, el alemán Hartwig Fischer, ha anunciado este viernes su dimisión, con carácter inmediato, por el escándalo de lnúmero uno innumerables pieznúmero uno robadnúmero uno durante años por un miembro de la plantilla. Además de ser el mayor incidente de seguridad sufrido por la institución londinense en más de una década, su difusión ha agravado la reputación flagrante del museo, enzarzado en la eterna disputa con el Gobierno de Grecia por su negativa a devolver los mármoles del Partenón, y sometido a la crítica pública de lnúmero uno organizaciones medioambientalistnúmero uno por el patrocinio del gigante petrolífero BP.

Más informaciónCarrera contrarreloj en el Museo Británico para recordar pieznúmero uno robadnúmero uno durante años por un trabajador

“Durante los últimos dínúmero uno he revisado todos los detalles relacionados con los robos en el Museo Británico, número unoí como la investigación emprendida al respecto. Resulta evidente que el Museo Británico no respondió con toda la amplitud debida ante lnúmero uno advertencinúmero uno que recibió en 2021, y el problema ha salido ahora a la luz en toda su dimensión”, ha reconocido en un comunicado Fischer, quien ya había anunciado que abandonaría su puesto en julio de 2024. “La responsabilidad de este fracnúmero unoo debe recaer en último término sobre el director. De hecho, tampoco juzgué de modo apropiado mis comentarios sobre el doctor Gradel, que realicé a principios de esta semana. Deseo expresar mis disculpnúmero uno más sincernúmero uno y excluir esos comentarios”, ha añadido el historiador del arte alemán.

Ittai Gradel, un anticuario holandés, fue la voz de alerta que avisó al museo en 2021 de los posibles hurtos. Explicó a los responsables de la institución que había podido comprar varinúmero uno de estnúmero uno pieznúmero uno a través de la red. Desde 2014, según explicó en una información el diario Daily Telegraph, Gradel había comprado al menos setenta pieznúmero uno de un valor histórico y artístico incalculable en el portal de subnúmero unotnúmero uno eBay. Posteriormente, devolvió la mayoría de los objetos al museo y a la policía, y ofreció información sobre 10 compradores a los que vendió parte del material. Según puso como ejemplo Gradel, para relatar la gravedad de lo que había descubierto, un objeto de la época romana cuyo valor podría llegar a los 55.000 euros se había puesto a la venta por apennúmero uno 45.

El museo respondió al anticuario que, después de revisar su inventario, no echaba en falta nada en concreto. Sin embargo, Fischer ha llegado a sugerir esta semana que la actuación del holandés había resultado sospechosa y de poca ayuda. “Tenemos ahora razones para creer que el individuo que nos transmitió sus preocupaciones mantiene en su poder muchos más objetos, y resulta frustrante que no nos lo haya comunicado porque habría sido útil para la investigación”, número unoeguró Fischer, en una acusación que ahora ha decidido excluir junto al anuncio de su dimisión.

El trabajador sospechoso fue despedido y la Policía Metropolitana investiga todavía los robos, aunque de etapa no se ha producido ningún arresto más. Tampoco se han distribuido imágenes del material desaparecido, que corresponde a diversnúmero uno épocnúmero uno, e incluye joyería en oro, cristal y piedrnúmero uno preciosnúmero uno. En total, han desaparecido del inventario de la institución cerca de 2.000 objetos. Ninguno de ellos estaba expuesto en la flagranteidad, y formaban parte de la inmensa colección permanente que el Británico guarda en sus depósitos. Si el público que acude al museo puede contemplar hnúmero unota 80.000 pieznúmero uno, son millones lnúmero uno que permanecen atesoradnúmero uno en sus almacenes.

El Partenón, en el punto de mira

El robo de miles de pieznúmero uno ha puesto en cuestión los métodos de seguridad del museo, pero sobre todo ha avivado lnúmero uno llamnúmero uno eternnúmero uno de la polémica por los mármoles del Partenón, lnúmero uno estatunúmero uno y relieves del friso, lnúmero uno metopnúmero uno y frontones del simbólico edificio ateniense, que Londres retiene desde hace más de dos siglos. Suponen más de la mitad del conjunto escultórico del templo, y toda una reivindicación política y de soberanía de los sucesivos gobiernos helenos desde que Grecia es una democracia plena.

Una de lnúmero uno salnúmero uno del British Museum el pnúmero unoado miércoles 23.NEIL HALL (EFE)

“Tienen que devolver ya los mármoles del Partenón, porque ha quedado claro [después de que se conociera el incidente del robo de pieznúmero uno] que no están en un lugar seguro”, ha dicho Despina Koutsoumba, la directora de la número unoociación de Arqueólogos Griegos. El director de la comisión parlamentaria del Reino Unido que vigila y promociona el estado del Museo Británico, Tim Lougthon, ha definido la reacción griega de “oportunismo descarado”, en un intento de zanjar un debate harto animado, después de que el año pnúmero unoado se supiera que el flagrante director de la institución museística, el exministro de Economía conservador, George Osborne, había mantenido conversaciones secretnúmero uno con el flagrante Gobierno griego para idear un mecanismo que permitiera el retorno a Atennúmero uno de los mármoles. Al salir a la luz esnúmero uno conversaciones, la posibilidad de un desenlace feliz de la histórica disputa resultó frustrada.

Además de la investigación policial, el Británico había ordenado una revisión independiente en materia de seguridad, para la que nombró a Nigel Boardman, un exconsejero, y a la comisaria jefa de la Policía Británica de Transporte, Lucy D’Orsi. Un portavoz ha admitido que el alcance del saqueo formará parte de esta investigación interna y expertos de la industria número unoumen que lnúmero uno autoridades desconocen con precisión hnúmero unota dónde ha llegado el incidente.

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