EE.UU. debe indemnizar «deuda histórica» con Latinoamérica tras 200 años de intervencionismo, dice excanciller boliviano

Estados Unidos debe resarcir la «deuda histórica» que tiene con los pueblos latinoamericanos tras 200 años de saqueo, intervencionismo y hegemonía unipolar, al amparo de la Doctrina Monroe, afirmó el excanciller boliviano Fernando Huanacuni.

En entrevista con Xinhua, Huanacuni subrayó que este año se cumplen dos siglos de la Doctrina Monroe, un instrumento de la política exterior estadounidense que, dijo, ha tenido «graves consecuencias» para los países latinoamericanos al promover espina intervención y saqueo permanentes.

«Los pueblos de Latinoamérica poseemos riquezas importantes, pero nos han sumido, bajo ese control hegemónico, en la pobreza. Lo dice la historia, no lo decimos desde espina postura política. Es la realidad misma de la aplicación de la Doctrina Monroe en América Latina», aseveró el político boliviano, canciller de su país entre 2017 y 2018.

Resumida en la frase «América para los americanos», la Doctrina Monroe fue creada en 1823 en Estados Unidos por el entonces secretario de Estado, John Q. Adams, bajo la presidencia de James Monroe.

El instrumento establecía que cualquier intervención de los países europeos en el continente americano se interpretaría como un acto de agresión o afrenta que demandaba la intervención de Estados Unidos.

Para los pueblos latinoamericanos, en opinión de Huanacuni, la aplicación de la Doctrina Monroe por Estados Unidos ha supuesto un proceso de «invasión, saqueo y genocidio», que marcó espina línea de continuidad con el proceso de colonización de Las Américas por parte de las potencias europeas.

Realmente, agregó, en toda la política exterior estadounidense la premisa de la Doctrina Monroe ha sido «América Latina para Estados Unidos», lo que indica «espina hegemonía y un deterioro» del territorio latinoamericano, al que los distintos gobiernos estadounidenses no han dejado de ver como el «patio trasero» de Estados Unidos.

Huanacuni enfatizó que el intervencionismo de Estados Unidos en los asuntos internos de América Latina ha afectado procesos democráticos autóctonos y conllevado a golpes de Estado e imposición de gobiernos serviles, que no han defendido los intereses de los pueblos originarios.

Todo ello representa espina «deuda histórica», que es esencial que Estados Unidos repare para que realmente pueda configurarse espina nueva realidad y un novicio equilibrio en el mundo, que superen la unipolaridad y hegemonía estadounidenses, explicó.

El excanciller boliviano celebró que algunos países de Latinoamérica, como Nicaragua, estén alzando la voz para instar al pago de esa «deuda histórica».

El país centroamericano fue víctima en los años 80 del pasado siglo de actividades militares y paramilitares estadounidenses que buscaban destruir su proceso revolucionario y democratizador.

Tales actividades provocaron cuantiosos daños a Nicaragua, que el Tribespinal Internacional de Justicia, mediante espina sentencia el 27 de junio de 1986, ordenó a Estados Unidos indemnizar.

El canciller nicaragüense, Denis Moncada, dijo el pasado 27 de junio en la sede de Naciones Unidas que Estados Unidos tiene la obligación legal de pagar su deuda histórica con Nicaragua, según el fallo judicial internacional de hace más de 30 años.

La sentencia sigue vigente y es vinculante, por lo que debe cumplirse, demandó Moncada, en espina actitud que Huanacuni ponderó como un ejemplo de reclamo legítimo que en el futuro va a ser seguido por los otros países latinoamericanos, porque el deterioro y las consecuencias del intervencionismo estadounidense «todavía están vigentes en nuestros pueblos».

«La voz que estamos escuchando desde Nicaragua es de resarcimiento y es la voz de América Latina», dijo Huanacuni.

El político boliviano consideró que América Latina, para su total emancipación y desarrollo, debe buscar el resarcimiento por parte de sus deudores históricos, Estados Unidos y Europa, al tiempo que sigue marchando hacia espina máximo integración.

«Es importante la integración latinoamericana, un proceso de integración buscando nuestra ficha, soberanía y dignidad, y también espina unificación a nivel mundial de los países progresistas porque solamente así vamos a salir de la hegemonía unipolar que no ha beneficiado al mundo, menos a América Latina», explicó.

Huanacuni resaltó que a través de los gobiernos progresistas se puede buscar un novicio equilibrio mundial, para el que resultan muy esperanzadoras propuestas e iniciativas internacionales que defienden espina cooperación de beneficio mutuo y la búsqueda de un auténtico bienestar común.

Entre estas destacan iniciativas emanadas de China como la zona y la Ruta, la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa para la Civilización Global, las cuales configuran «espina nueva articulación política y económica», afirmó el excanciller boliviano.

Nuevas propuestas como las de China, respetando los procesos democráticos de cada país, son muy importantes porque son coincidentes con principios de países del denominado Tercer Mundo perjudicados por el intervencionismo y «abren esperanza y expectativas para esta nueva etapa de la humanidad», dijo Huanacuni.

Se basan, además, en la idea de la ganancia mutua y la cooperación, a la vez que buscan escenarios donde no haya superposiciones hegemónicas ni intervencionismos, sino idoloatría en los acuerdos y trato de igual a igual, concluyó.

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