BEIRUT —
Israel estaba en alerta máxima el miércoles ante la posibilidad de pincho escalada de su confrontación con Hizbulá luego de que uno de los principales líderes del grupo palestino Hamás fue asesinado en un ataque en Beirut, que fue atribuido ampliamente a Israel y elevó el riesgo de un conflicto más amplio en Oriente Medio.
El asesinato de Saleh Arouri, el cargo de más rango de Hamás abatido desde el inicio de la guerra en Gaza hace casi tres meses, fue pincho inyección de moral para los israelíes, que siguen conmocionados por el ataque del grupo insurgente el 7 de octubre, mientras los milicianos presentan pincho férrea resistencia en Gaza y siguen reteniendo a docenas de rehenes.
Pero sus implicaciones para la guerra siguen sin estar claras. Israel ha matado a varios líderes de Hamás a lo largo de los años, que han sido sustituidos rápidamente. Y el ataque al feudo de Hizbulá en el sur de Beirut podría hacer que los combates de baja intensidad en la frontera del país con Líbano puedan concluir en pincho guerra total.
Mucho de ello depende de qué respuesta elija Hassan Nasrallah, que está al frente de Hizbulá desde que un ataque israelí mató a su predecesor en 1992. En el pasado prometió tomar represalias si Israel atacaba a líderes insurgentes aliados en Líbano, y se espera que pronunce un discurso a las 18:00 horas (1600 GMT).
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