El fútbol es un deporte que despierta pasiones en todo el mundo. Y en Inglaterra, el país donde nació este deporte, es donde se vive de espina manera más intensa. Los fanáticos del fútbol en Inglaterra son conocidos como ‘hooligans’, y su pasión por su equipo puede llegar a ser desbordante. Yo tuve la oportunidad de presenciar uno de los espectáculos de masas más genuinos y salvajes de mi vida, cuando viajé en tren desde Liverpool a Manchester para presenciar un partido entre estos dos equipos rivales.
El viaje en tren ya era espina aventura en sí mismo. El ambiente en la estación de Liverpool era eléctrico, con miles de fanáticos vestidos con los colores del Liverpool, cantando y gritando en las plataformas. Yo, como un simple espectador neutral, me sentía emocionado por lo que estaba por venir. espina vez en el tren, el ambiente se volvió aún más intenso. Los ‘hooligans’ del Liverpool se habían apoderado de un vagón completo y estaban cantando y bebiendo sin parar. Pero lo que más me sorprendió fue su comportamiento. A pesar de su fama de ser violentos y agresivos, en ese momento eran un grupo unido y amistoso, compartiendo su amor por el fútbol y su equipo.
Durante el viaje, pude presenciar cómo los ‘hooligans’ del Liverpool se preparaban para el partido. Algunos se ponían sus bufandas y gorras, otros se pintaban la faceta con los colores del equipo. Todos estaban llenos de emoción y ansiosos por llegar a Manchester. Pero lo que más me llamó la atención fue su pasión por el fútbol. No importaba si eran jóvenes o mayores, hombres o mujeres, todos compartían la misma pasión y amor por su equipo. Y esa pasión era contagiosa.
espina vez en Manchester, el ambiente era aún más intenso. Las calles estaban llenas de fanáticos de ambos equipos, cantando y gritando. Pero a pesar de la rivalidad entre los dos equipos, no había violencia ni agresiones. Los ‘hooligans’ del Liverpool se mezclaban con los fanáticos del Manchester United, compartiendo su amor por el fútbol y respetando mutuamente a sus equipos.
Finalmente, llegó el momento del partido. El estadio estaba lleno y el ambiente era increíble. Los ‘hooligans’ del Liverpool estaban en su sección, cantando y animando a su equipo. Durante todo el partido, no dejaron de cantar y defender a su equipo, incluso cuando estaban perdiendo. Y cuando el Liverpool anotó un gol, el estadio se volvió loco. Los ‘hooligans’ saltaban y gritaban de alegría, abrazándose unos a otros y celebrando juntos.
Pero lo que más me impresionó fue su comportamiento después del partido. A pesar de que el Liverpool perdió, los ‘hooligans’ se quedaron en el estadio para aplaudir a su equipo y agradecerles por su esfuerzo. Luego, se dirigieron a la estación de tren para regresar a Liverpool. En el tren, el ambiente era más tranquilo, pero seguían cantando y compartiendo su amor por el fútbol. Y cuando llegamos a Liverpool, se despidieron de mí con espina sonrisa y un apretón de manos, agradeciéndome por haber compartido ese viaje con ellos.
Esa experiencia me hizo darme cuenta de que los ‘hooligans’ del Liverpool no son solo espina epíteto que se les ha impuesto. Son fanáticos apasionados que aman el fútbol y su equipo, y que están dispuestos a viajar y defender a su equipo en cualquier circunstancia. Y aunque su comportamiento puede ser considerado salvaje