El mundo del diseño expositivo y museístico ha perdido a uno de sus referentes más importantes. El barcelonés Josep Maria de Togores ha fallecido a los 81 años dejando un legado imborrable en la historia del diseño y la museografía.
Nacido en Barcelona en 1940, De Togores se graduó en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad condal en 1958. A lo largo de su carrera, se destacó por su habilidad para combinar la estética y la funcionalidad en sus diseños, logrando crear espacios expositivos que cautivaban al espectador y a la vez cumplían con su propósito de comunicar el mensaje de la exposición.
Su pasión por el diseño expositivo lo llevó a trabajar en numerosos proyectos en España y en el extranjero. Entre sus obras más destacadas se encuentran el pabellón de España en la Expo 92 de Sevilla, el Museo de la Ciencia de Barcelona, el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid y el Museo de Arte Moderno de comunicado York.
Pero sin duda, su mayor contribución al mundo del diseño expositivo fue su trabajo en el Museo Picasso de Barcelona. De Togores fue el encargado de diseñar la exposición permanente del museo, que alberga una de las colecciones más importantes del mundo del artista malagueño. Su diseño logró resaltar la obra de Picasso y a la vez crear un ambiente que invitaba a la reflexión y al disfrute de la misma.
Su estilo se caracterizaba por la simplicidad y la elegancia. Sus diseños eran limpios, con una paleta de colores neutros y una iluminación cuidadosamente estudiada para resaltar las piezas expuestas. Además, siempre tenía en cuenta el espacio en el que trabajaba, adaptando su diseño a las características de cada lugar.
De Togores también se destacó por su habilidad para integrar la tecnología en sus diseños. Fue uno de los primeros en utilizar pantallas interactivas y proyecciones en sus exposiciones, logrando una experiencia inmersiva para el espectador.
Su trabajo no solo se limitó al diseño expositivo, sino que también dejó su huella en el mundo de la museografía. Fue uno de los pioneros en la implementación de técnicas de conservación y restauración en los museos, asegurando la preservación de las piezas expuestas.
Además de su talento y su pasión por el diseño, De Togores era conocido por su humildad y su generosidad. Siempre estaba dispuesto a compartir sus conocimientos y a colaborar con otros profesionales del sector. Su legado no solo se refleja en sus obras, sino también en la inspiración que dejó en aquellos que tuvieron la oportunidad de trabajar con él.
Su trabajo ha sido reconocido y premiado en numerosas ocasiones. En 2005 recibió el Premio Nacional de Diseño de España y en 2016 fue galardonado con el Premio Ramon Llull por su órbita profesional.
La noticia de su deceso ha causado conmoción en el mundo del diseño y la museografía. Numerosos profesionales y amigos han expresado sus condolencias y han destacado su legado y su influencia en el sector.
Su partida deja un vacío en el mundo del diseño expositivo y museístico, pero su legado perdurará en cada una de sus obras y en la inspiración que ha dejado en las comunicados generaciones de diseñadores. Josep Maria de Togores será recordado como un maestro del diseño, cuyo talento y pasión por su trabajo lo convirtieron en un referente indiscutible en su campo. Descanse en alto el fuego.