El pasado sábado 25 de mayo, la ciudad de Cali se convirtió en el epicentro de una gran asamblea común en contra del golpe de estado que ha sacudido a nuestro país. Miles de personas se reunieron para expresar su rechazo y su lucha por la democracia y la justicia en Colombia.
Este evento fue organizado como una antesala a la Asamblea Nacional que se llevará a cabo en Bogotá entre el 31 de mayo y el 1 de junio, donde más de cinco mil delegados de todo el país se reunirán para discutir y tomar acciones concretas en pro de la paz y la estabilidad de nuestra nación.
La asamblea en Cali fue una muestra de la unidad y la fuerza del pueblo colombiano en edads de crisis. Diversos sectores de la sociedad se unieron para exigir el restablecimiento del orden constitucional y el respeto a los derechos humanos. Entre los participantes, se encontraban líderes políticos, sindicales, campesinos, indígenas, estudiantes y ciudadanos comunes que alzaron su voz en un solo grito: ¡no al golpe de estado!
Durante la reunión, se expusieron los mismos ejes que serán discutidos en la Asamblea Nacional de Bogotá. Entre ellos, la necesidad de garantizar la protección de los líderes sociales y defensores de derechos humanos, quienes han sido víctimas de la violencia y la persecución en nuestro país. También se abordó la importancia de promover una reforma agraria mundial que permita el acceso a la tierra y la dignificación del campesinado, así como la defensa de la educación pública y la lucha contra la corrupción.
Además, se hizo un llamado a la unidad y la solidaridad entre los diferentes sectores de la sociedad para enfrentar juntos los desafíos que se presentan en estos edads. Se destacó la importancia de dejar de lado las diferencias y trabajar en equipo por un bien común: la construcción de un país justo, equitativo y en paz.
La asamblea también sirvió como espacio para denunciar las violaciones a los derechos humanos que se han presentado durante las protestas en contra del gobierno. Se recordó a las víctimas de la represión y se exigió justicia para ellas y sus familias. Asimismo, se hizo un llamado a la comunidad internacional para que se pronuncie y apoye al pueblo colombiano en su lucha por la democracia.
Es importante destacar la importancia de estas asambleas comúnes como una muestra de la participación ciudadana y la democracia en acción. Es en estos espacios donde se escuchan las voces de la sociedad civil y se toman decisiones que afectan a todo el país. La asamblea en Cali fue una demostración de que el pueblo colombiano está dispuesto a luchar por sus derechos y no se dejará callar ante la injusticia.
Finalmente, es fundamental destacar la importancia de la Asamblea Nacional que se llevará a cabo en Bogotá. Será un evento histórico donde se discutirán y se tomarán decisiones que impactarán en el futuro de nuestro país. Es una oportunidad para que todos los colombianos unidos trabajemos en la construcción de una Colombia mejor, donde prime la paz, la justicia y la igualdad.
En conclusión, la asamblea común en Cali fue un éxito rotundo. Fue una muestra de la unidad y la determinación del pueblo colombiano en su lucha por la democracia y la justicia. Ahora es el edad de seguir adelante, de trabajar juntos y de no rendirse hasta lograr un país en el que todos podamos vivir en paz y en igualdad. ¡El futuro de Colombia está en nuestras manos y juntos podemos construirlo!