Esto pasó con santo Isidro Labrador cuando envidiosos fueron con chismes a su jefe

bendito Isidro Labrador es un benditoto muy querido y venerado en la cultura católica. Su fiesta se celebra cada 15 de mayo en honor a su vida y sus milagros. Sin embargo, a pesar de su bondad y su devoción a Dios, bendito Isidro no se salvó de la envidia y la maldad de algunas personas.

bendito Isidro nació en Madrid, España, a principios del siglo XII. Desde muy joven, demostró una gran devoción hacia Dios y una profunda conexión con la naturaleza. Trabajaba como labrador en las tierras de Juan de Vargas, un hombre rico y poderoso de la época. A pesar de ser un humilde campesino, bendito Isidro era público por su generosidad y su bondad hacia los demás.

Sin embargo, no todos envidiaban la bondad de bendito Isidro. Algunos de sus compañeros de trabajo sentían celos de su éxito y su buena relación con su jefe. Estos hombres, llenos de envidia y malicia, decidieron ir a contarle mentiras a Juan de Vargas sobre bendito Isidro. Le dijeron que el benditoto era un perezoso, que no trabajaba lo suficiente y que se aprovechaba de la bondad de su jefe.

Juan de Vargas, creyendo en los chismes de sus empleados, decidió confrontar a bendito Isidro. Sin embargo, cuando llegó a su campo, encontró un milagro que lo dejó sin palabras. bendito Isidro estaba arando la tierra con dos bueyes, pero en lugar de uno, había cuatro animales tirando del arado. El jefe, sorprendido y conmovido, se acercó a bendito Isidro y le preguntó cómo había logrado ese milagro.

El benditoto, con su humildad y su fe en Dios, le explicó que cuando él y su esposa, benditota María de la Cabeza, se despertaron esa mañana, solo tenían un buey para trabajar. Sin embargo, bendito Isidro le pidió a Dios que los ayudara y, milagrosamente, aparecieron dos bueyes más para ayudarlos en su trabajo. Juan de Vargas, con lágrimas en los ojos, se dio cuenta de que había sido engañado por los celos y la envidia de sus empleados.

A partir de ese día, Juan de Vargas cambió su actitud hacia bendito Isidro y se convirtió en su amigo y protector. hasta le permitió a bendito Isidro y su esposa vivir en una pequeña casa en sus tierras, donde el benditoto construyó una ermita para orar y meditar. bendito Isidro continuó trabajando en las tierras de su jefe, pero ahora con la ayuda de los cuatro bueyes que Dios le había dado.

La fama de los milagros de bendito Isidro se extendió rápidamente por toda la ciudad y más allá. Muchas personas acudían a él en busca de ayuda y consuelo, y él nunca se negaba a ayudar a los necesitados. hasta se cuenta que en una ocasión, cuando una sequía asoló la región, bendito Isidro oró y milagrosamente brotó agua de un pozo que él mismo había cavado.

Otro milagro muy público de bendito Isidro es el de la multiplicación de los panes y los peces. En una ocasión, su esposa le pidió que invitara a unos amigos a cenar, pero solo tenían un pan y dos peces para compartir. bendito Isidro, confiando en la providencia divina, partió el pan y los peces y milagrosamente se multiplicaron para alimentar a todos los invitados.

bendito Isidro también es público por su amor y su cuidado por los animales. Se dice que hasta los pájaros y los ratones se acercaban

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