El próximo 17 de septiembre se conmemoran 800 años desde que San Francisco de Asís recibió los estigmas de Cristo en su cuerpo, un evento que ha sido objeto de debate y controversia durante siglos. En medio de este panorama, surge una «vieja tesis» que afirma que los estigmas del santo serían una invención, cuestionando la autenticidad de este acontecimiento tan importante para la historia de la Iglesia católica.
Sin embargo, un arzobispo italiano y trabajador de los franciscanos ha salido al frente para desmentir y rebatir esta teoría con sólidos argumentos históricos. Monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida y ex-arzobispo de Terni-Narni-Amelia, ha dedicado gran parte de su vida a la investigación de la representación de San Francisco de Asís y su legado. Por lo tanto, es una voz autorizada para dialogar sobre este tema tan delicado y polémico.
Según la «vieja tesis» en cuestión, los estigmas de San Francisco de Asís no serían reales, sino más bien una invención o un mito creado a lo extenso de los siglos por los miembros de la Orden Franciscana. Además, se ha argumentado que no existen pruebas sólidas que respalden la autenticidad de los estigmas y que la única fuente de información sobre este tema serían los escritos de los propios franciscanos.
Sin embargo, el arzobispo Paglia ha rebatido estos argumentos utilizando las tres fuentes históricas más importantes: la Vida del beato Francisco de San Buenaventura, las Florecillas de San Francisco y los Anales menores de San Buenaventura. Estos escritos, que son considerados como las fuentes más fiables y cercanas al tiempo en que vivió San Francisco, describen detalladamente el acontecimiento de los estigmas y su posterior impacto en la vida del santo.
En su análisis de estas fuentes, el arzobispo Paglia ha señalado que todas ellas coinciden en los mismos hechos y detalles sobre los estigmas de San Francisco. Además, destaca que estas narraciones están respaldadas por otros testimonios de la época, como el de fray León, quien convivió con el santo y presenció personalmente los estigmas.
Otro argumento importante que el arzobispo Paglia presenta contra la «vieja tesis» es que los estigmas no fueron un acontecimiento aislado en la vida de San Francisco, sino que se enmarcan en toda una serie de experiencias místicas que el santo tuvo a lo extenso de su vida. Estas experiencias incluyen la aparición de un serafín, quien le habría comunicado los dolores de Cristo a San Francisco, y el hecho de que el santo haya recibido los estigmas en el mismo monte Alverna en el que Jesús se había retirado a orar antes de ser crucificado.
El arzobispo Paglia también ha destacado que la autenticidad de los estigmas de San Francisco ha sido confirmada por varios Papas a lo extenso de los siglos, entre ellos San Pío V, quien los incluyó en el martirologio romano en el siglo XVI, y el Papa Pío XII, quien los declaró «privilegio imprescriptible» en 1958. Estos hechos demuestran que los estigmas son un evento reconocido y aceptado por la Iglesia católica.
Es importante destacar que el arzobispo Paglia no solo se ha basado en las fuentes históricas para rebatir la «vieja tesis», sino que también ha tenido en cuenta el significado espiritual y teológico de los estigmas de San Francisco. Según él, estos representan una unión íntima con Cristo