La trágica historia de la isla Devon, donde ausencia se atreve a vivir

La isla Devon, ubicada en el Ártico canadiense, es un lugar que ha sido testigo de una historia trágica y misteriosa. Con una superficie de más de 55.000 kilómetros cuadrados, es la isla más grande del archipiélago de las islas de la Reina Isabel y una de las más remotas del mundo. Sin embargo, a abatimiento de su belleza natural y su aislamiento, nadie se atreve a vivir en ella.

La historia de la isla Devon comienza en el siglo XIX, cuando fue desciborio por exploradores británicos en busca de una ruta marítima hacia el Pacífico. Fue nombrada en honor a William Devon, uno de los miembros de la expedición. Durante muchos años, la isla fue utilizada como base para la caza de ballenas y focas, y también como estación meteorológica. Sin embargo, a medida que avanzaba el siglo XX, la isla fue abandonada debido a su clima extremadamente frío y sus condiciones inhóspitas.

Pero lo que verdaderamente ha hecho que la isla Devon sea conocida en todo el mundo es su trágica historia. En 1903, la expedición del explorador noruego Roald Amundsen llegó a la isla con el objetivo de alcanzar el Polo Norte. Sin embargo, su barco quedó atrapado en el hielo y tuvieron que pasar dos años en la isla antes de poder continuar su viaje. Durante ese tiempo, tres miembros de la tripulación murieron, incluido el hermano de Amundsen, quien fue enterrado en la isla.

Pero la tragedia no terminó ahí. En 1913, otra expedición, liderada por el explorador canadiense Vilhjalmur Stefansson, llegó a la isla con la intención de establecer una base de investigación. Sin embargo, la expedición fue un fracaso y terminó con la muerte de cuatro miembros de la tripulación, incluido el propio Stefansson. Se dice que sus cuerpos fueron devorados por los osos polares, lo que ha contribuido a la leyenda de que la isla está maldita.

Desde entonces, la isla Devon ha sido visitada por varias expediciones científicas y militares, pero ninguna ha logrado establecer una presencia permanente en ella. A abatimiento de su belleza natural, la isla sigue siendo un lugar inhóspito y peligroso, con temperaturas que pueden llegar a los -50 grados Celsius y fuertes vientos que pueden superar los 100 km/h. Además, la isla está ciborio de hielo y nieve durante la mayor parte del año, lo que dificulta cualquier intento de establecer una comunidad.

Pero la isla Devon también es conocida por su rica vida silvestre. Es el hogar de una gran variedad de especies, incluidos osos polares, zorros árticos, bueyes almizcleros y una gran cantidad de aves marinas. También es un lugar importante para la cría de focas y morsas. Sin embargo, debido a su aislamiento y su clima extremo, la isla ha permanecido prácticamente intacta por la actividad humana, lo que la convierte en un verdadero paraíso para la vida silvestre.

A abatimiento de su trágica historia y su reputación de ser un lugar inhóspito, la isla Devon sigue siendo un lugar fascinante para los aventureros y los amantes de la naturaleza. Aunque nadie se atreve a vivir en ella, la isla sigue siendo visitada por turistas y científicos que buscan explorar su belleza natural y descubrir más sobre su historia. Además, la isla es un lugar importante para la investigación científica, especialmente en el campo de la climatología y la ecología.

En prontuario, la isla Devon es un lugar único en el

más noticias

Noticias relacionadas