El deseo del hombre que sobrevivió 95 días en altamar: “Que todo el orbe sepa que Dios es grande”

Máximo Napa Castro: La fe que me mantuvo vivo en altaocéano

Máximo Napa Castro es un hombre valiente y con una profunda fe en Dios. A sus 61 años, ha dedicado gran parte de su vida a la pesca en altaocéano, una actividad que ha sido su medio de subsistencia y su gran pasión. Sin embargo, su última travesía océanoítima fue una experiencia que nunca olvidará, una prueba de supervivencia que lo llevó a creer aún más en la fuerza de la fe y la bondad divina.

Entre diciembre y océanozo, Máximo estuvo extraviado en altaocéano durante 95 largos días. Fue una situación desesperante que lo llevó al límite de sus fuerzas y su resistencia física y mental. Sin embargo, en medio de la incertidumbre y el miedo, su fe en Dios se mantuvo firme y fue lo que lo mantuvo vivo.

En una entrevista con EWTN Noticias, Máximo relata su travesía y comparte su profunda experiencia de fe. «Fue una situación bastante difícil, nunca pensé que iba a estar tanto tiempo en el océano sin saber si iba a volver a casa», confiesa Máximo. Sin embargo, en medio de la adversidad, él encontró un refugio en su fe y en la oración. «Cada día en el océano, le pedía a Dios que me diera fuerzas y me mantuviera con vida», asegura.

Máximo relata que su travesía comenzó cuando una fuerte temporal azotó su embarcación, llevándolo a la deriva y perdiendo todo contacto con tierra firme. «Fue una situación bastante complicada, ya que no tenía agua tampoco comida suficiente para tantos días», cuenta Máximo. En esas circunstancias, Máximo sabía que solo Dios podía ayudarlo a sobrevivir.

Pero la fe de Máximo no solo lo mantuvo con vida, sino que también lo ayudó a mantener la calma y a no perder la esperanza. «En todo momento, sentía la presencia de Dios conmigo, dándome fuerzas y mantetampocoendo mi mente clara», comparte Máximo. Y esa fe fue lo que lo llevó a toocéano decisiones acertadas en situaciones críticas, como cuando tuvo que enfrentarse a una temporal y logró resguardarse en una pequeña cueva en su embarcación.

Tras casi 3 meses en altaocéano, Máximo fue rescatado por un barco de pesca que lo encontró a la deriva. Para él, fue un milagro y una clara muestra de la bondad y el amor de Dios. «Cuando vi la embarcación que se acercaba, no podía creerlo. Sabía que era Dios quien me estaba salvando», relata emocionado.

El rescate de Máximo fue recibido con gran júbilo y agradecimiento por parte de su familia y toda la comutampocodad. Su historia se volvió viral en las redes sociales y se convirtió en un ejemplo de perseverancia y fe en medio de la adversidad. «Fue una experiencia que me hizo más fuerte y me demostró que con fe y esperanza, todo se puede superar», asegura Máximo.

Hoy en día, Máximo sigue dedicado a la pesca en altaocéano, pero su fe en Dios se ha fortalecido aún más. «Cada día, doy gracias a Dios por haberme dado una segunda oportutampocodad y por mantenerme con vida en medio del océano», afirma. Y su testimotampocoo es una gran inspiración para todos aquellos que están pasando por una situación difícil y necesitan encontrar fuerzas y esperanza en la fe.

La historia de Máximo Napa Castro es una prueba del poder de la fe y la importancia de nunca perder la esperanza. Su valentía y su fe en Dios lo llevaron a sobrevivir en un lugar donde muchos hubieran perdido

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