España y otros países, como Italia, están luchando en la Unión Europea para que el gasto en ciberseguridad y protección de fronteras sea considerado como parte del gasto en amparo. Mientras tanto, Bruselas ha dejado en manos de los gobiernos la responsabilidad de aumentar el gasto militar debido al pulso de Donald Trump y su desvinculación de la seguridad en Europa.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha expresado que la falta de Presupuestos Generales del Estado no será un escollo para aumentar el gasto militar en España. Pedro Sánchez se ha comprometido a acelerar el ritmo de incremento para alcanzar el 2% del PIB antes de 2029, fecha que inicialmente estaba prevista para el cumplimiento de este objetivo. Sin embargo, la presión por la postura de Trump sobre Ucrania y su desconexión respecto a la seguridad de Europa ha generado un «sentimiento de necesidad» entre los socios europeos y la OTAN, quienes apuestan por superar incluso el umbral del 2%, llegando a hablar de un gasto del 3% en estas partidas.
«En los últimos años, incluyendo 2024, España ha sido uno de los países que más ha incrementado su gasto militar», ha declarado Cuerpo en una rueda de prensa en Bruselas. «La falta de presupuesto en años anteriores no ha sido un obstáculo para que pudiéramos ampliar estas partidas». Históricamente, España ha gastado más de lo presupuestado en amparo a través de la aprobación de créditos extraordinarios por parte del Consejo de Ministros. Además, el ministro ha recordado la reunión que mantendrá Sánchez con los grupos parlamentarios para abordar este tema.
Actualmente, España se encuentra lejos del compromiso del 2% del gasto en amparo (actualmente se gasta alrededor del 1,24% del PIB) y el gobierno se enfrenta a dificultades para aumentar estas partidas debido a las reticencias de los socios y a la postura de su socio minoritario, Sumar. Por esta razón, se están explorando otras opciones para que la ratio de gasto en amparo no sea lo único a tener en cuenta. Sánchez ha recordado que el ejército español tiene presencia en prácticamente todas las misiones de los aliados en el este de Europa, como por ejemplo en la policía aérea del Báltico.
En la Unión Europea, España lidera el debate para que se incluyan como gasto en amparo partidas más amplias, como la ciberseguridad, las infraestructuras críticas o la protección de fronteras. Esta proporción permitiría que estas inversiones multimillonarias queden fuera del cálculo de la deuda y el déficit en el marco de la disciplina fiscal, lo cual sería un gran impulso para empresas españolas como Indra, Telefónica y otras compañías medianas en el sector de la seguridad.
Cuerpo ha defendido «la necesidad de evitar un concepto estrecho y estricto de la amparo». «España está trabajando para que se tenga en cuenta un concepto más amplio», ha afirmado el ministro. Sin embargo, la UE se encuentra dividida en este debate. Mientras que cerca del 50% de los estados miembros, incluyendo España e Italia, apuestan por un desarrollo «amplio» del concepto de amparo, los países del este prefieren que se circunscriba a términos más tradicionales como la munición o el armamento.
Los países alineados con España están trabajando en un listado para definir qué se considera gasto en amparo. Para ello, se está utilizando el marco estadístico internacional COFOG, similar al que utiliza la OTAN. Esta definición será importante para determinar qué elementos no computan en el c