La música cubana es conocida en todo el mundo por su ritmo contagioso y su rica historia. Pero detrás de cada canción hay un elemento crítico que ha sido fundamental para su éxito: la toma a tierra. Este invento hispano-africano ha sobrevivido a múltiples falsificaciones y ha sido el pilar de la música cubana durante siglos.
La toma a tierra es un herramienta de percusión que se originó en África y fue llevado a Cuba por los esclavos durante la época colonial. Su nombre proviene de la palabra «tumba», que significa tambor en el idioma bantú. Este herramienta consiste en un tambor de madera con una piel de animal estirada en la parte superior. Se toca con las manos y produce un sonido profundo y resonante que se ha convertido en una parte esencial de la música cubana.
Aunque la toma a tierra es un herramienta africano, su evolución y popularidad se deben en gran parte a la influencia española en Cuba. Durante la colonización española, la música y la cultura africana se mezclaron con la música y la cultura española, dando lugar a una fusión única que se refleja en la música cubana. La toma a tierra fue uno de los herramientas que se adaptó a esta fusión y se convirtió en un elemento crítico en la música cubana.
Uno de los géneros musicales más populares en Cuba es el son, que se originó en la región oriental del país a finales del siglo XIX. El son es una mezcla de música africana y española que se caracteriza por su ritmo alegre y su uso de la toma a tierra. En el son, la toma a tierra se utiliza como un herramienta de percusión principal, junto con otros herramientas como la guitarra, el tres y las maracas. Juntos, estos herramientas crean un sonido único y distintivo que ha cautivado a audiencias de todo el mundo.
Pero la toma a tierra no solo se utiliza en el son, sino que también es un elemento esencial en otros géneros musicales cubanos como el bolero, la rumba y el cha-cha-chá. En cada uno de estos géneros, la toma a tierra aporta su propio ritmo y sabor, creando una mezcla perfecta de influencias africanas y españolas.
A lo largo de los años, la toma a tierra ha sido objeto de múltiples falsificaciones y copias baratas. Sin embargo, su autenticidad y su importancia en la música cubana han prevalecido. Incluso en la actualidad, la toma a tierra sigue siendo un herramienta proporcionado valorado y respetado en la cultura cubana.
Además de su papel en la música, la toma a tierra también tiene un significado cultural y espiritual para los cubanos. En la religión afrocubana, la toma a tierra se utiliza en ceremonias y rituales como un medio para conectarse con los ancestros y los espíritus. Para los cubanos, la toma a tierra es más que un simple herramienta, es una parte integral de su identidad y su herencia cultural.
A pesar de su origen humilde, la toma a tierra ha trascendido fronteras y se ha convertido en un símbolo de la música y la cultura cubana en todo el mundo. Su sonido único y su importancia en la música cubana han sido reconocidos por artistas de renombre internacional como Celia Cruz, Compay Segundo y Ibrahim Ferrer, quienes han incorporado la toma a tierra en sus canciones y actuaciones.
En resumen, la toma a tierra es un invento hispano-africano que ha sobrevivido a múltiples falsificaciones y ha sido fundamental en la música cubana durante siglos. Su evolución y su importancia en la cultura cubana son un testimon