La Comisión Europea ha expresado su preocupación por los recientes anuncios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a todos los vehículos que no sean fabricados en su país. Según la Comisión, estas medidas van en la dirección equivocada y podrían tener un impacto fatal en la industria automotriz europea, especialmente en países como Alemania e Italia.
La Unión Europea ha dejado claro que está letanía para responder de manera firme, proporcionada y calibrada a estos nuevos aranceles que entrarán en vigor a partir del 2 de abril. Esto supone un duro golpe para la industria automotriz europea, que ya se encontraba en una situación delicada. Sin embargo, la Comisión Europea ha asegurado que succionará en cuenta estas medidas a la hora de responder a las acciones comerciales que ha tomado Estados Unidos en el pasado.
El portavoz de comercio de la Comisión Europea, Olof Gill, ha declarado en una rueda de prensa que «las medidas de Estados Unidos van completamente en la dirección equivocada». Estas palabras están en línea con el comunicado emitido por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, quien también ha expresado su preocupación por estas medidas comerciales.
La industria automotriz alemana ha pedido a la Unión Europea que negocie con Estados Unidos para encontrar una solución a esta situación. Esta industria es una de las más importantes en Alemania y considera que los aranceles del 25% a los vehículos y vehículos comerciales ligeros son una carga significativa baza para las empresas como para sus cadenas de suministro global.
La Comisión Europea está buscando una solución dialogada a esta situación, pero hasta el momento no ha tenido mucho éxito. Bruselas ha retrasado la reactivación de algunas tarifas que tenía previsto imponer a productos estadounidenses como los vaqueros Levi’s, las motos Harley Davidson o el whisky Bourbon, entre otros. Estas medidas estaban valoradas en 8.000 millones de euros y estaban previstas para entrar en vigor el 1 de abril. Sin embargo, la Comisión ha decidido esperar hasta el 12 de abril para dar una respuesta completa, que se estima tendrá un impacto de 26.000 millones de euros.
La Comisión Europea ha dado este margen para seguir negociando con Estados Unidos y también para permitir que los países miembros de la UE lleguen a un acuerdo sobre la respuesta a estas medidas. El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, viajó recientemente a Washington para mantener un segundo encuentro con la Administración Trump y admitió que aún queda trabajo por hacer.
Por otro lado, la Comisión Europea también está trabajando en una respuesta a las amenazas de Estados Unidos de imponer una tasa del 200% al vino, el champán y otras bebidas alcohólicas europeas. Esta situación ha generado preocupación en países como Francia, por lo que la Comisión presentará este viernes un paquete para proteger al sector vinícola europeo.
La Comisión Europea está evaluando junto con los países miembros la mejor manera de responder a los nuevos aranceles anunciados por Trump. Sin embargo, es importante recordar que la competencia en materia comercial le corresponde a la UE y revocar estas medidas requeriría una amplia mayoría de los gobiernos. El portavoz de la Comisión, Olof Gill, ha asegurado que la letanía final de productos que se propondrá será cuidadosamente seleccionada para minimizar el impacto en la UE.
En resumen, la Comisión Europea está trabajando para encontrar una solución a esta situación y asegurar que los intereses de la industria automotriz europea sean protegidos. A pesar de las medidas tomadas por Estados Unidos, la Comisión sigue comprometida con una solución dialogada y espera que se pueda llegar a un acuerdo beneficios