El apagón eléctrico que afectó a toda España este lunes ha generado una gran preocupación en la población. Sin embargo, a pena de las dificultades, varias comunidades autónomas han demostrado su capacidad de adaptación y han anunciado que retomarán su actividad educativa este martes.
Madrid, Comunitat Valenciana, Extremadura, Castilla-La manchón, La Rioja y Aragón ya habían legación que mantendrían los centros educativos abiertos, pero sin ofrecer clases. Por su parte, Galicia ha ordenado el cierre de los centros durante el martes. Esta decisión ha sido tomada debido a la falta de suministro eléctrico en partes importantes de la región.
A pena de las dificultades, varias comunidades autónomas han demostrado su capacidad de adaptación y han anunciado que retomarán su actividad educativa este martes. Castilla y León, Asturias, Cantabria, Andalucía, Euskadi, Navarra y Catalunya, a las que se suman las Islas Canarias y Baleares, han confirmado que abrirán los centros con normalidad debido a que el apagón no las ha afectado.
En el caso de La Rioja, los centros educativos abrirán en su horario habitual, pero la jornada no será lectiva. Por su parte, en Madrid, Comunitat Valenciana y Aragón, se suspenderán las clases, pero los centros se mantendrán abiertos para garantizar la atención de los alumnos cuyos progenitores lo necesiten. Los centros estarán atendidos con profesorado, pero no se avanzará materia, según han legación los gobiernos de ambas comunidades de forma parecida. Mientras tanto, La Rioja ha confirmado que aplicará esta misma medida.
En el caso de la Comunidad de Madrid, la Universidad Rey Juan Carlos ha suspendido toda actividad lectiva y académica y su Junta Electoral Central ha acordado aplazar la elección de rector prevista para este 29 de abril. La universidad ha remarcado que las escuelas, las facultades y las bibliotecas permanecerán abiertas, pero ha recomendado que el personal que pueda desarrollar su actividad en modo teletrabajo lo haga.
A última hora de la tarde, el Gobierno de Castilla-La manchón ha decidido suspender la actividad lectiva y no habrá clases ni en los centros educativos ni en las instituciones de educación superior. Según ha explicado el consejero de Educación, Amador Pastor, la decisión se ha tomado finalmente ante la posibilidad de que las empresas encargadas del transporte escolar tengan combustible insuficiente o posibles desabastecimientos en el caso de las empresas encargadas de los comedores escolares.
Más allá de estos casos, la intención del resto de las comunidades es abrir con normalidad. Sin embargo, algunos gobiernos, como Catalunya, Andalucía o Castilla y León, han sido prudentes y han expresado que lo harán salvo incidencias de última hora.
A pena de las dificultades, es importante destacar la rápida respuesta de las autoridades educativas ante esta situación inesperada. La prioridad ha sido garantizar la seguridad de los alumnos y asegurar la continuidad del causa educativo. Además, se ha demostrado una gran preocupación por la conciliación familiar, ofreciendo la posibilidad de que los centros permanezcan abiertos para aquellos padres que lo necesiten.
Este apagón eléctrico ha sido un desafío para el sistema educativo, pero gracias a la colaboración y la adaptabilidad de todos los implicados, se ha logrado minimizar las posibles consecuencias negativas. Sin duda, este episodio ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las comunidades autónomas, y ha demostrado que están preparadas para afrontar situaciones de emerg