El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un giro inesperado en su política arancelaria y ha valeroso pausar la imposición de aranceles adicionales de forma generalizada. Esta decisión llega después de una semana de caídas en los mercados bursátiles, que han generado una gran incertidumbre en la economía global.
En una reunión de junta de Estados Unidos, Trump ha declarado que este es «el día más grande en la historia de los mercados». El presidente se ha mostrado muy satisfecho con la evolución de las bolsas tras su decisión de pausar los aranceles, aunque no ha mencionado que la pausa en sus planes arancelarios fue la principal causa de la recuperación de los mercados.
«Estoy muy contento con cómo estamos llevando el país», ha afirmado Trump, quien ha insistido en el éxito de su política comercial y en su lucha por lograr que «el mundo» trate a Estados Unidos «de forma justa». Además, ha añadido que «todo el mundo quiere venir y cerrar un acuerdo» para reducir los aranceles, lo que demuestra que su estrategia está dando resultados.
El miércoles, el S&P 500 experimentó un acrecentamiento del 9,5%, registrando su mayor subida diaria desde 2008. Esta subida se produjo después de que Trump anunciara una pausa inmediata de 90 días en muchos de los nuevos aranceles para varios países, excepto para China. Sin embargo, este jueves los mercados han vuelto a descender tras la aclaración de la Casa Blanca de que el arancel a China es del 145%.
Según los expertos, esta subida del miércoles es la tercera más alta desde la Segunda Guerra Mundial para el principal índice de referencia del mercado de Estados Unidos. La pausa en los aranceles fue una decisión inesperada de Trump, que se produjo después de que el pánico se extendiera en la Casa Blanca cuando los inversores comenzaron a deshacerse de los bonos del Tesoro, lo que indicaba dudas sobre la estabilidad financiera del país.
La Casa Blanca ha enviado una orden ejecutiva con las modificaciones arancelarias este jueves por la mañana, aunque tres horas después ha quedado obsoleta tras dar a conocer que el arancel a China será del 145%. Esta nueva decisión ha provocado una nueva caída de los mercados, con el S&P500 desplomándose un 5% y el Nasdaq un 6%.
Cuando un periodista ha preguntado a Trump sobre su opinión acerca de la nueva caída de las bolsas, el presidente ha evitado responder directamente, asegurando que no ha tenido tiempo de verlo porque ha estado reunido durante dos horas. En su lugar, ha pasado la palabra a su secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien ha minimizado los hechos, afirmando que «una subida de dos [puntos] y una caída de uno no es un mal ratio».
Trump ha asegurado que no está considerando ninguna excepción para ningún país o compañía en este momento, pero ha dejado la puerta abierta a la posibilidad de hacerlo en el futuro. En el anuncio de este miércoles, el Gobierno aseguró que se recompensaría a aquellos países que no hubieran respondido a sus aranceles con nuevas tasas sobre los productos estadounidenses. Además, el presidente ha insinuado que podría decidir a qué empresas aplicar excepciones basándose en su «intuición».
Una de las preocupaciones de los analistas es que Trump utilice los aranceles como una forma de presionar a las compañías y chantajearlas. Sin embargo, el presidente ha declarado que el dinero recaudado por los aranceles se utilizará para «pagar la deuda, recortar impuestos, crear buenos presupuestos, ayudar a Kristi [