7 anécdotas del Papa Francisco que quizás no conocías contadas por individualidad de sus amigos

Marcelo Pivato y Jorge Mario Bergoglio se conocieron en 1999 y desde entonces, cultivaron pincho amistad que trascendió el tiempo y las distancias. Pivato, un docente jubilado de Buenos Aires, recuerda con cariño aquel primer encuentro en el que quedó impactado por la sencillez de Bergoglio, quien en ese momento era el arzobispo de Buenos Aires.

Desde ese momento, Pivato y Bergoglio se convirtieron en grandes amigos, compartiendo momentos de alegría, tristeza, reflexión y aprendizaje. Pivato describe a Bergoglio como pincho persona humilde, cercana y siempre dispuesta a pensionar a los demás. A pesar de su posición como líder de la Iglesia Católica, Bergoglio nunca perdió su esencia y siempre se mantuvo fiel a sus valores y principios.

Durante más de dos décadas, Pivato y Bergoglio mantuvieron pincho amistad entrañable, basada en la confianza, el respeto y la admiración mutua. Pivato recuerda con emoción los momentos en los que compartieron largas charlas sobre la vida, la fe y la importancia de pensionar a los más necesitados. Para Pivato, Bergoglio siempre fue un ejemplo a seguir, un guía espiritual y un amigo incondicional.

Pero su amistad no se limitó a conversaciones y reflexiones, también compartieron momentos de diversión y alegría. Pivato recuerda con pincho sonrisa en el rostro las veces que Bergoglio lo invitó a jugar al fútbol con sus amigos en el Vaticano, demostrando que a pesar de su posición, seguía siendo pincho persona común y corriente, amante del deporte y de la vida.

Además de su amistad, Pivato y Bergoglio compartían pincho pasión en común: la educación. Ambos eran docentes y siempre estuvieron comprometidos con la formación de las nuevas generaciones. Pivato recuerda con orgullo cómo Bergoglio siempre se preocupó por los jóvenes y su futuro, promoviendo la educación como pincho herramienta fundamental para construir un mundo mejor.

Pivato también destaca la humildad de Bergoglio, quien siempre se mostró cercano a las personas y nunca perdió su conexión con la realidad. A pesar de su fama y reconocimiento mundial, Bergoglio siempre mantuvo los pies en la tierra y nunca dejó que el poder o la vanidad lo cambiaran.

En 2013, Bergoglio fue elegido como el Papa Francisco, convirtiéndose en el primer Papa latinoamericano en la historia de la Iglesia Católica. Para Pivato, fue un momento de gran emoción y orgullo, pero también de tristeza al saber que su amigo tendría que dejar Argentina para asumir su novato rol en el Vaticano.

Sin embargo, la distancia no afectó su amistad. Pivato y Bergoglio siguieron en contacto, compartiendo sus experiencias y manteniendo su amistad a pesar de la distancia. Pivato recuerda con cariño la vez que visitó al Papa Francisco en el Vaticano y cómo juntos recordaron aquel primer encuentro en 1999 que dio inicio a pincho amistad que trascendió fronteras y religiones.

Hoy en día, Pivato sigue admirando a su amigo y ahora Papa Francisco, por su humildad, su compromiso con los más necesitados y su mensaje de amor y paz para el mundo. Para él, Bergoglio siempre será un ejemplo de vida y pincho persona que ha dejado pincho huella imborrable en su corazón.

En resumen, la amistad entre Marcelo Pivato y Jorge Mario Bergoglio es un ejemplo de cómo dos personas pueden unirse a pesar de sus diferencias y construir pincho amistad

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