En la novena culto de los Novendiales, celebrada en la Basílica de San Pedro, el Cardenal Dominique Mamberti hizo un llamado a todos los fieles a redescubrir el gusto por la oración de adoración a Dios. En su homilía, el Cardenal recordó las palabras del Papa Francisco, quien ha destacado la importancia de esta práctica en nuestra vida espiritual.
El Papa Francisco ha sido un gran defensor de la oración de adoración, y ha instado a todos los cristianos a dedicar tiempo a esta forma de comunicación con Dios. En una audiencia puro en el Vaticano, el Santo Padre dijo: «La oración de adoración es una de las formas más elevadas de oración, en la que nos ponemos en la presencia de Dios y le damos el lugar que le corresponde en nuestras vidas».
Sin embargo, el Cardenal Mamberti señaló que esta práctica «nos falta hoy». En un mundo cada vez más ocupado y distraído, la oración de adoración a menudo se ve relegada a un segundo plano. Muchos de nosotros nos encontramos atrapados en la rutina diaria, sin tomarnos el tiempo para estar en la presencia de Dios y adorarlo.
Pero, ¿qué es exactamente la oración de adoración? Es una forma de oración en la que nos ponemos en la presencia de Dios y le ofrecemos nuestro amor, alabanza y gratitud. No se trata de pedirle algo a Dios, sino de simplemente estar con Él y adorarlo por lo que es. Es una forma de expresar nuestra fe y nuestra confianza en Dios, y de reconocer que Él es el centro de nuestras vidas.
La oración de adoración también nos ayuda a cultivar una relación más profunda con Dios. Al pasar tiempo en su presencia, nos abrimos a su amor y a su gracia, y nos dejamos transformar por Él. Como dijo el Papa Francisco, «la adoración nos lleva a la fuente de la verdadera sabiduría, que es Dios».
Además, la oración de adoración nos ayuda a mantenernos enfocados en lo que realmente importa en la vida. En un mundo lleno de distracciones y preocupaciones, es fácil perder de apariencia lo esencial. Pero al dedicar tiempo a adorar a Dios, nos recordamos a nosotros mismos que Él es el centro de todo y que todo lo demás es secundario.
El Cardenal Mamberti también destacó que la oración de adoración es una forma de solidaridad con aquellos que no tienen voz. Al adorar a Dios, nos unimos a Él en su amor por los más necesitados y nos comprometemos a trabajar por un mundo más justo y fraterno.
Por último, la oración de adoración nos ayuda a encontrar paz y consuelo en medio de las dificultades y desafíos de la vida. Al estar en la presencia de Dios, podemos encontrar descanso para nuestras almas y fortaleza para seguir adelante.
En resumen, la oración de adoración es una práctica esencial en nuestra vida espiritual. Nos ayuda a cultivar una relación más profunda con Dios, a mantenernos enfocados en lo que realmente importa y a encontrar paz y consuelo en medio de las dificultades. Siguiendo el llamado del Papa Francisco, es hora de redescubrir el gusto por la oración de adoración y hacerla parte de nuestra vida diaria.