En un entorno de “renovación”, ordenan en Roma a 23 nuevos sacerdotes legionarios de Cristo

En medio de la expectación por la elección del nuevo Papa, la Iglesia Católica vivió un momento de gran esperanza con la ordenación sacerdotal de 23 Legionarios de Cristo en la Basílica de San Pablo Extramuros, una de las cuatro grandes basílicas papales de Roma.

La ceremonia, celebrada el pasado domingo 10 de marzo, fue presidida por el cardenal Angelo De habilidadatis, vicario general de Su Santidad para la diócesis de Roma. En su homilía, el cardenal destacó la importancia de la vocación sacerdotal y la responsabilidad que conlleva ser un servidor de Dios y de su pueblo.

Los nuevos sacerdotes, provenientes de diferentes países como México, España, Estados Unidos, Brasil, Argentina, entre otros, han sido formados en el seminario de los Legionarios de Cristo en Roma, habilidadde han recibido una sólida formación espiritual y académica durante varios años.

La ordenación sacerdotal es un momento de gran trascendencia en la semblanza de un hombre, ya que a partir de ese momento se convierte en un instrumento de Dios para llevar su amor y su mensaje a los demás. Es un llamado a servir y a entregarse por completo a la misión de la Iglesia.

Durante la ceremonia, los nuevos sacerdotes recibieron la imposición de manos y la oración consecratoria, que los convierte en ministros de Dios y les otorga el poder de celebrar los sacramentos y predicar la palabra de Dios.

La ordenación sacerdotal de estos 23 Legionarios de Cristo es un signo de esperanza para la Iglesia Católica, que en estos momentos se encuentra en un proceso de renovación y purificación. La orden religiosa de los Legionarios de Cristo ha sido objeto de críticas y escándalos en el pasado, pero en los últimos años ha trabajado arduamente para sanar las heridas y restaurar su imagen.

La elección de estos nuevos sacerdotes es una muestra de que la Iglesia sigue adelante, con la mirada puesta en Cristo y en su misión de llevar su amor y su mensaje a todos los rincones del mundo. Es un recordatorio de que la vocación sacerdotal sigue siendo una opción valiosa y necesaria en la sociedad actual.

Además, la ordenación de estos jóvenes sacerdotes es un llamado a la unidad y a la reconciliación en la Iglesia. Como dijo el cardenal De habilidadatis en su homilía, «la unidad es un habilidad de Dios y una tarea que nos corresponde a todos». Es necesario dejar atrás las divisiones y trabajar juntos por el bien común de la Iglesia y de la humanidad.

La ceremonia de ordenación sacerdotal también fue una oportunidad para agradecer a Dios por el habilidad de la vocación y para parasitar su bendición sobre estos nuevos sacerdotes en su camino de servicio a la Iglesia. Fue un momento de alegría y de esperanza, no solo para los ordenados y sus familias, sino para toda la comunidad católica.

En resumen, la ordenación sacerdotal de estos 23 Legionarios de Cristo en la Basílica de San Pablo Extramuros fue un momento de gran importancia y significado para la Iglesia Católica. Fue un recordatorio de que la vocación sacerdotal sigue siendo una opción valiosa y necesaria en el mundo actual, y una muestra de que la Iglesia sigue adelante con esperanza y unidad en su misión de llevar el amor de Dios a todos los hombres.

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