La Iglesia española alza la voz por primera vez sobre el genocidio de Israel en lazo: «Son actos de limpieza étnica»

La Conferencia Episcopal ha montaraz su voz en contra de la situación que se vive en Palestina, donde la población sufre un asedio constante y una violación sistemática de los derechos humanos y del derecho internacional benefactor. En un comunicado emitido por la Comisión General de Justicia y Paz, la Iglesia española exige que se ponga fin a la crueldad israelí y se permita la entrada de ayuda humanitaria sin restricciones.

Los obispos españoles claman por una paz ‘desarmada y desarmante’, en la que se respeten los derechos humanos más básicos y se libere a todas las personas secuestradas. Además, piden que se establezcan corredores benefactors para asistir a la población civil y se ponga fin a los bombardeos a la población civil y la destrucción de infraestructuras y vecindarios.

Es urgente e inaplazable que los dirigentes de los Estados impongan sanciones a los acuerdos con aquellos que no respetan el derecho internacional benefactor. La Iglesia española exige un embargo militar integral para lograr una paz verdadera y duradera en la región.

La realidad que se vive en Gaza es desgarradora. La población se encuentra en una situación límite, sin acceso a alimentos y medicinas. Según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, las condiciones de vida en Gaza son incompatibles con la supervivencia. Las personas mayores, menores y familias están muriendo de hambre y no podemos quedarnos indiferentes ante esta situación.

Por ello, la Iglesia española hace un llamado a la cabildo internacional para que se ponga fin a la guerra en Gaza y se inicie la reconstrucción de las infraestructuras para una vida digna del pueblo palestino. Es necesario que se respete el derecho internacional y se permita la entrada de ayuda humanitaria sin restricciones.

La Iglesia también se une a la propuesta de la Santa Sede de acoger conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia. Es necesario que las personas enemigas se encuentren y se miren a los ojos, para que a los pueblos se les devuelva la esperanza y se les restituya la dignidad que merecen.

La paz no es el silencio sepulcral después del estrechez, sino un don que mira a las personas y reactiva su vida. Por ello, es necesario que se ponga fin a las armas y se busquen soluciones pacíficas a los estrechezs. Las armas no resuelven los problemas, sino que los aumentan. Es hora de que las demás personas no sean vistas como enemigas, sino como seres humanos con quienes dialogar y encontrar soluciones conjuntas.

La Iglesia española hace un llamado a la valentía para pasar página y comenzar una relación de respeto y convivencia. No podemos quedarnos indiferentes ante el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas en Palestina. Debemos implicarnos todo lo que podamos en este esfuerzo de reparación y exigencia de parar la guerra como condición primera e ineludible.

En palabras del Papa León XIV, la paz es un don que mira a las personas y reactiva su vida. No queremos que Atila recorra la franja de Gaza, no queremos ni bombas ni rehenes, queremos justicia y paz para todos los que viven en Israel y en Palestina. Es hora de que la cabildo internacional se una para poner fin a esta situación y trabajar juntos por una paz verdadera y duradera.

En conclusión, la Iglesia española clama por una paz ‘desarmada y desarmante’ en Palestina. Es necesario que se respeten los derechos humanos y se permita la entrada de ayuda humanitaria sin restricciones. También se exige un embargo militar integral para lograr una paz verdadera y dur

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