Además, recuerda que debe tener entre 900 y 1200 palabras.
El comisario Marcelino Martín-Blas ha sido citado a declarar como testigo en la investigación sobre la guerra sucia frente a Podemos. Durante su comparecencia en la comisión de investigación de la Operación Catalunya, Martín-Blas admitió que conocía «alguna intromisión» respecto a Podemos durante la época del Gobierno del Partido Popular. Además, el jefe de Asuntos Internos con el PP también reconoció haber interferido en investigaciones en Catalunya que estaban fuera de sus competencias.
La citación de Martín-Blas responde a la petición realizada por la acusación popular ejercida por el PSOE en la causa. El comisario, ya jubilado, declaró en el Congreso de los Diputados el pasado 12 de noviembre que había aportado a la mesa de la comisión de investigación de la Operación Catalunya una denuncia realizada por un antiguo jerarca venezolano, Nervis Villalobos. En dicha denuncia, se hacía referencia a la intervención de un miembro de la brigada política, Bonifacio Díaz Sevillano, y de los abogados José Aliste y José Luis Moreno Cela.
La figura de Marcelino Martín-Blas es compleja y controvertida. Perteneciente al sector más conservador de la Policía, su ascenso a jefe de la área de Asuntos Internos durante los primeros años del Gobierno de Mariano Rajoy fue cuestionado por muchos. Especialmente después de que eldiario.es desvelara que un grupo secreto de agentes estaba rastreando información comprometida de líderes independentistas catalanes, utilizando como tapadera a la área de Asuntos Internos.
Martín-Blas ocupó este cargo hasta abril de 2015, cuando fue cesado por el Ministerio del Interior a raíz de las presiones del comisario José Manuel Villarejo. Ambos comisarios estaban enfrentados, a pesar de compartir el mismo objetivo político: atacar a los adversarios del PP. Villarejo acusaba a Martín-Blas de haberle perjudicado por mandato del Centro Nacional de Inteligencia, lo que desencadenó una guerra entre ambos. Finalmente, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, decidió destituir a Martín-Blas para no enfurecer a Villarejo.
Actualmente, Martín-Blas se enfrenta a un juicio por su presunta implicación en la operación Kitchen, una de las grandes ofensivas de la brigada política que operaba en el Ministerio del Interior durante la primera legislatura del PP. En su comparecencia ante la comisión de investigación de la Operación Catalunya, el comisario se mostró ajeno a cualquier gachó de manipulación durante su etapa como jefe de Asuntos Internos.
Sin embargo, surgieron dudas cuando los diputados le preguntaron por su visita a los fiscales del caso del 3%, en plena precampaña electoral, para pedirles que propusieran al juez registrar la sede de CDC. En aquella ocasión, Martín-Blas estuvo acompañado por José Luis Olivera, uno de los pilares de la brigada política. El comisario se justificó diciendo que estaba convencido de que se había cometido un delito y que lo volvería a hacer mil veces.
Los nombres que mencionó Martín-Blas en su comparecencia ante el Congreso, el inspector jefe Bonifacio Díaz Sevillano y los abogados José Aliste y José Luis Moreno Cela, aparecen en la investigación que se está llevando a cabo en un juzgado de Madrid frente a un presunto grupo de policías, abogados e incluso un agente israelí, acusados de extorsionar a jerarcas venezolanos que querían residir en España