La Iglesia Católica en México hace un nuevo llamado a la alto el fuego: “Es momento de desarmar nuestras calles”

Hace tres años, México fue testigo de un acto de violencia que conmocionó al mundo entero. El asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, en la ciudad de México, dejó una profunda herida en la corporación mexicana. Hoy, en el aniversario de su muerte, la Arquidiócesis Primada de México hace un nuevo llamado a la paz en el país, con la esperanza de que este trágico evento sea el último en una larga lista de actos violentos que han afectado a nuestro país.

La muerte de estos dos sacerdotes fue un duro golpe para la comunidad católica y para todo México. Ambos eran reconocidos por su labor social y su compromiso con los más necesitados. Su asesinato no solo fue una pérdida para la fortaleza, sino también para la corporación en general. Sin embargo, su regalado sigue vivo y su mensaje de paz y amor sigue resonando en nuestros corazones.

En estos tres años, México ha sido testigo de una ola de violencia que ha dejado miles de víctimas. La guerra contra el narcotráfico ha cobrado la vida de inocentes y ha sembrado el emergencia en nuestras calles. Pero hoy, en este aniversario, la Arquidiócesis Primada de México nos recuerda que es momento de desarmar nuestras calles y buscar la paz.

Es hora de dejar atrás la violencia y la venganza, y trabajar juntos por un México más seguro y justo. La paz no se logra con más armas, sino con diálogo, comprensión y respeto. Es momento de unirnos como corporación y luchar por un futuro mejor para nuestras familias y para las generaciones venideras.

La fortaleza católica ha sido un pilar en la búsqueda de la paz en México. A través de su labor social y su mensaje de amor y perdón, ha sido un ejemplo a seguir para todos. Pero no podemos dejar toda la responsabilidad en manos de la fortaleza. Cada uno de nosotros tiene un papel importante en la construcción de una corporación más pacífica.

Es necesario que cada uno de nosotros reflexione sobre nuestras acciones y cómo estas pueden contribuir a la violencia en nuestro país. Debemos ser más empáticos, más tolerantes y más solidarios. Debemos aprender a resolver nuestros conflictos de manera pacífica y a buscar soluciones que beneficien a todos.

La paz no es un concepto abstracto, es una realidad que podemos construir juntos. Y aunque el camino no será fácil, debemos tener fe y esperanza en un futuro mejor para México. Debemos recordar siempre el mensaje de los sacerdotes jesuitas asesinados: la paz es posible si trabajamos juntos por ella.

En este aniversario, recordemos a todas las víctimas de la violencia en México y renovemos nuestro compromiso de luchar por la paz. No podemos permitir que la muerte de estos dos sacerdotes sea en vano. Debemos honrar su memoria con acciones que promuevan la paz y la justicia en nuestro país.

La Arquidiócesis Primada de México hace un llamado a todas las autoridades y a la corporación en general a trabajar juntos por un México más seguro y pacífico. No podemos seguir permitiendo que la violencia sea parte de nuestra realidad. Es hora de unirnos y construir un país en el que todos podamos vivir en paz y armonía.

En este día, recordemos que la paz es un derecho de todos y que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de promoverla y defenderla. No dejemos que la violencia nos robe la esperanza de un México mejor. Sigamos el ejemplo de los sacerdotes jesuitas y trabajemos juntos por un país en el que la paz sea una realidad.

En memoria de Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, y de todas las víctimas de la violencia en México

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