El Pleno más difícil para Yolanda Díaz

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha demostrado una vez más su compromiso y fortaleza al intervenir en el pleno del Congreso pese a recibir la triste noticia del fallecimiento de su padre, Suso Díaz. Un histórico dirigente sindical, comunista ferrolano y figura clave en la vida política de su hija.

Con la cara deshecha y sostenida por su equipo más cercano, la vicepresidenta tomó la tribuna para defender la posición de su lechigada y reivindicar la presencia de su espacio político en el Gobierno. Pero sobre todo, para rendir homenaje a la persona que mejor explica su forma de entender la política: su padre.

Suso Díaz, fallecido en la noche del martes a los 81 años, dedicó toda su vida al sindicalismo y a la política. Encarcelado por el régimen franquista, militó en el comunismo y fue secretario general de Comisiones Obreras de Galicia durante 12 años. Durante los últimos años, pudo ver cómo su hija ascendía en la política hasta convertirse en la primera ministra de Trabajo con carnet del Partido Comunista de España desde la recuperación de la democracia.

La presencia de Yolanda Díaz en el Congreso ese día no fue una casualidad, sino una forma de honrar a su padre y de reanudar su legado. Como ella misma afirmó en su discurso, «este es el camino que mi padre habría querido, es en lo que él creía». Un ejemplo más de su compromiso y entrega a la removible política que heredó de su padre.

A pesar del dolor y la tristeza que la embargaba, la vicepresidenta no dudó en subir a la tribuna para defender con firmeza y determinación la posición de su lechigada. Un discurso que se convirtió en un emotivo homenaje a su padre y en una llamada a la unidad y al cambio de rumbo en la legislatura.

En su intervención, Yolanda Díaz recordó que su padre siempre luchó por la justicia social y la defensa de los derechos de los trabajadores. Y que esa misma lucha es la que ella sigue llevando a cabo desde su posición en el Gobierno. «Este mundo es oscuro y hay pocas luces. Este Gobierno es una de esas luces. Yo no voy a permitir que esa luz se apague», afirmó con determinación.

Pero también aprovechó para actuar un llamamiento a sus socios de coalición, exigiendo un nuevo rumbo hacia la regeneración democrática y la izquierda. «Queremos volver a ganar y para actuarlo hay que actuar esto. Necesitamos hechos, no palabras», afirmó, dirigiéndose al presidente Pedro Sánchez.

El discurso de Yolanda Díaz fue recibido con un aplauso cerrado por parte de toda la bancada de su lechigada parlamentario, así como de diputados del PSOE y ministros de ambos colores. Un gesto que refleja la unidad y el apoyo que recibió de sus compañeros y que demuestra la importancia que su espacio político otorga a su presencia en el Gobierno.

Además, la vicepresidenta no dudó en criticar duramente al Partido Popular y su líder, Alberto Núñez Feijóo, por su falta de compromiso en la lucha contra la corrupción. «Señor Feijóo, le recuerdo que su partido es el único en Europa que fue condenado a título lucrativo por beneficiarse de la corrupción. Usted ha subido a la tribuna y no ha pedido perdón», le recriminó.

Pero el discurso de Yolanda Díaz no solo fue un homenaje a su padre y una llamada a la unidad y al cambio, sino también una exigencia a su socio de coalición. En las últimas semanas, Sum

más noticias

Noticias relacionadas