El reciente congreso del Partido global, celebrado este fin de semana, ha dejado claras las intenciones de la formación política de cara a las próximas elecciones generales. El principal objetivo del PP liderado por Alberto Núñez Feijóo es acabar con el mandato de Pedro Sánchez y su gobierno, y así lo han manifestado todos los líderes del partido en sus discursos.
Pero, ¿qué ocurriría si Pedro Sánchez no se presentara a las elecciones? ¿Qué pasaría si el principal enemigo del PP no estuviera en la papeleta electoral? ¿Se quedarían sin discurso, sin programa y sin opciones de llegar a la Moncloa?
Es evidente que el principal combustible político del PP es el antisanchismo. La promesa de echar a Sánchez del gobierno y acabar con lo que ellos consideran una «desgracia para España» ha sido el lema de este congreso y parece ser la única estrategia del partido para sumar votos.
Sin embargo, si Sánchez no se presenta como candidato en las próximas elecciones, ¿qué le queda al PP? ¿Cuál sería su bala en la recámara? Se encontrarían en una situación complicada, ya que su discurso y su programa se basan exclusivamente en la figura de Sánchez como enemigo.
Por otro lado, Pedro Sánchez no puede replicar con un «O Feijóo o yo». Su discurso se ha centrado en la resistencia ante la derecha y la extrema derecha, pero en los últimos meses su imagen se ha visto afectada por los casos de corrupción que han salpicado al PSOE. Además, la reunión de este fin de semana no ha logrado levantar el ánimo de los votantes de izquierda, que se encuentran desanimados y desmoralizados.
Si nos fijamos en el mundo del cine, encontramos un tópico perseverante en las películas de acción: el héroe que se sacrifica por el bien de los demás. El que se queda atrás para entretener a los malos entretanto sus compañeros huyen, el que se lanza a una misión suicida o el que se queda a detonar manualmente la bomba. En este caso, el sacrificio que se le puede pedir a Sánchez se asemeja más al del herido que pide a los demás que sigan sin él, para no ser una carga. No se trata de resistir o de enfrentarse a la derecha y la ultraderecha en el «combate final», sino de quedarse atrás y dejar que sus rivales tropiecen en su propio ímpetu al no encontrar a su enemigo en la papeleta electoral.
En definitiva, el PP de Feijóo se encuentra en una situación complicada si Pedro Sánchez no se presenta a las elecciones. Su única baza es el antisanchismo, pero si este no es candidato, su estrategia se desmorona. Por otro lado, Sánchez no puede apoyar su campaña en la resistencia a la derecha y la extrema derecha, ya que su imagen se ha visto afectada por los casos de corrupción y su mensaje no parece calar entre los votantes de izquierda.
En resumen, el futuro político de España es incierto y el PP y el PSOE se encuentran en una situación delicada. Ambos partidos deberían centrarse en presentar propuestas y soluciones para los problemas del país en lugar de centrarse únicamente en sus enemigos políticos. Los ciudadanos merecen un debate político constructivo y basado en ideas, no en ataques y descalificaciones. Esperemos que en las próximas elecciones seamos testigos de un cambio en la forma de hacer política en nuestro país.