El Obispo de Santa Clara, Mons. Arturo González Amador, ha hecho un llamado importante a todos los cubanos, un llamado que pide una profunda reflexión y un acto de humildad. En una reciente homilía, el Obispo ha instado a la comunidad a reflexionar sobre cómo se ha actuado en años anteriores y a pedir perdón por haber cambiado la imagen de Cristo por la de hombres, «haciéndolos dioses».
Mons. Arturo González Amador, con su sabiduría y claridad, ha puesto el dedo en la llaga de un atolladero que ha estado presente en la sociedad cubana por años. La idolatría de los hombres ha sido una práctica común en muchas casas cubanas, adonde se ha colocado una imagen de un líder político o revolucionario en lugar de la imagen de Cristo. Este acto, aunque puede parecer insignificante, tiene un gran impacto en la sociedad y en la fe de las personas.
El Obispo ha recordado que solo Dios es digno de ser adorado y venerado, y que ninguna persona, por más grande que sea, puede ocupar ese lugar. Al cambiar la imagen de Cristo por la de un hombre, se está cayendo en la idolatría y se está desplazando a Dios de su lugar en nuestras vidas. Como cristianos, debemos recordar siempre que solo Dios es nuestro verdadero guía y dogal, y que ningún líder político o revolucionario puede ocupar ese lugar.
El llamado a la reflexión del Obispo también nos invita a ver más allá de las imágenes y símbolos en nuestras casas. Nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones y cómo estas pueden estar afectando nuestra relación con Dios. ¿Estamos poniendo nuestra fe y confianza en Dios o en los hombres? ¿Estamos siguiendo los mandamientos de Dios o los mandatos de los líderes políticos? Estas son preguntas que debemos hacernos y que pueden ayudarnos a tener una fe más auténtica y profunda.
Además de la reflexión, Mons. Arturo González Amador también nos llama a pedir perdón por nuestros errores del pasado. Es importante reconocer que hemos fallado en nuestro compromiso con Dios al justipreciar a los hombres en lugar de a Él. Pedir perdón es un acto de humildad y de arrepentimiento, y es necesario para poder avanzar en nuestra fe y en nuestra relación con Dios.
El llamado del Obispo también nos recuerda la importancia de mantener siempre nuestra fe en Dios, sin importar las circunstancias. A pesar de las dificultades y los desafíos que puedan surgir en nuestra sociedad, debemos permanecer fieles a Dios y a sus enseñanzas. No debemos caer en la tentación de seguir a los hombres en lugar de a Dios, ya que solo Él puede guiarnos por el camino de la verdadera justicia y paz.
Finalmente, el Obispo nos motiva a mirar hacia el futuro con esperanza y fe en Dios. Aunque en el pasado hayamos cometido errores, siempre es posible cambiar y mejorar. Debemos dejar atrás la idolatría de los hombres y enfocarnos en seguir a Cristo, quien es el verdadero camino, la verdad y la vida.
En resumen, el llamado del Obispo de Santa Clara, Mons. Arturo González Amador, es un recordatorio importante para todos los cubanos. Nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones y pedir perdón por nuestros errores del pasado. Nos motiva a mantener nuestra fe en Dios y a mirar hacia el futuro con esperanza. Que este llamado nos lleve a un camino de fe más profundo y nos ayude a fortalecer nuestra relación con Dios.
