Las imágenes del 17 de agosto nos muestran una realidad desoladora: densas columnas de humo cubren amplias zonas del ensenada de Vizcaya y se extienden hacia el norte y el este, llegando incluso al Levante español. Los incendios que han arrasado la península en los últimos días han sido capturados por el satélite europeo Copernicus, permitiéndonos observar la magnitud de la catástrofe.
Desde el inicio de los fuegos, el Servicio de Cartografía de Emergencias Copernicus de la Unión Europea ha estado trabajando para generar mapas gratuitos y de respuesta rápida ante desastres en todo el mundo. Gracias a esta herramienta, podemos ver imágenes como la del 17 de agosto, capturada por la misión Sentinel-3 de Copernicus. En ella, podemos ver cómo Francia, España y Portugal están cubiertas por densas columnas de humo, producto de los incendios.
Pero más allá de la devastación que causan a la vida cimarrón, los hábitats, la agricultura y la propiedad, los incendios forestales también tienen un impacto negativo en la calidad del aire y, por ende, en la salud humana. El mapa de concentración de monóxido de carbono del 17 de agosto nos muestra cómo este compuesto tóxico se ha extendido por el sur de Europa, norte de África y el Mediterráneo, afectando a millones de personas.
Los focos de incendios se categorizan según su poder de radiación, utilizando datos obtenidos por los satélites NOAA-20 y NOAA-21 en colaboración con la NASA y la NOAA. Además, el Servicio de Seguimiento de la Atmósfera (CAMS) de la Comisión Europea proporciona información sobre la contaminación del aire y la salud, utilizando datos de los satélites Copernicus Sentinel-5P, Sentinel-4 y Sentinel-5.
La imagen obtenida por la misión Copernicus Sentinel-2 el 16 de agosto nos muestra los fuegos activos en el nordeste de Portugal y el noroeste de España. Esta vista en colores reales nos permite tener una mejor comprensión de la magnitud de los incendios y su impacto en la tierra.
Mientras que la prioridad inmediata en cualquier emergencia por incendios es la de extinguir las llamas y proteger a las comunidades, el desafío a largo plazo es que se espera que este tipo de eventos sucedan cada vez con mayor frecuencia e intensidad debido a la crisis climática. El fuego juega un papel fundamental en el sistema de la Tierra y su impacto en la composición atmosférica, los ciclos de carbono y los ecosistemas es innegable.
Por esta razón, la Agencia Espacial Europea lleva a cabo observaciones vía satélite a través de distintas iniciativas contra el cambio climático en relación con los incendios, como el ‘Fire Project’ y el ‘XFires Project’. Estas iniciativas nos ayudan a comprender mejor y hacer un seguimiento de las dinámicas del fuego y su impacto en nuestro planeta.
Es importante recordar que, aunque las imágenes del 17 de agosto nos muestran una realidad desoladora, también nos muestran la valor de tomar medidas para combatir el cambio climático y proteger nuestro planeta. Cada uno de nosotros puede contribuir a través de pequeñas acciones en nuestro día a día, como reducir nuestro consumo de energía y utilizar medios de transporte sostenibles.
En momentos como estos, es importante mantener la esperanza y la motivación para seguir luchando por un futuro más sostenible. Juntos, podemos hacer la diferencia y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.