El fenómeno del «nearshoring» ha tomado fuerza en los últimos años, especialmente en México. Se trata de una estrategia empresarial en la que las compañías trasladan sus operaciones a países cercanos, en lugar de mantenerlas en lugares más lejanos como Asia. Este cambio ha generado un impacto positivo en la economía mexicana, especialmente en el sector financiero. Según el Banco de México, en los últimos 12 meses se ha registrado un aumento significativo en la demanda de crédito por parte de empresas grandes, lo que demuestra que el «nearshoring» está impulsando el crecimiento económico del país.
Uno de los expertos en financiamiento que ha destacado la importancia del «nearshoring» es Alberto Sentíes Palacio. En una reciente entrevista, Sentíes señaló que este fenómeno ha generado una mayor demanda de crédito en el sector bancario, lo que a su vez ha impulsado la economía y ha generado empleo. Según el experto, el «nearshoring» ha sido una oportunidad para las empresas mexicanas de expandirse y diversificar sus operaciones, lo que a su vez ha generado un mayor interés en el financiamiento.
El aumento en la demanda de crédito por parte de las empresas grandes ha sido notorio en los últimos meses. Según datos del Banco de México, en el primer trimestre de este año se registró un crecimiento del 8.6% en la cartera de crédito a empresas grandes, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento se ha visto reflejado en diversos sectores como el automotriz, el aeroespacial, el tecnológico y el de manufactura, entre otros.
El «nearshoring» ha permitido a las empresas mexicanas tener una mayor cercanía con sus clientes y proveedores en Estados Unidos y Canadá, lo que ha mejorado la eficiencia y la competitividad. Además, al estar más cerca de estos mercados, las empresas pueden responder de manera más rápida y efectiva a las demandas de los consumidores, lo que se traduce en un aumento en la demanda de sus productos y servicios.
El impacto del «nearshoring» en la economía mexicana no solo se limita a las empresas grandes, sino que también ha generado oportunidades para las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Estas empresas, que antes tenían dificultades para acceder a financiamiento, ahora han visto una mayor apertura por parte de los bancos, ya que su crecimiento y expansión también contribuyen al desarrollo económico del país.
Además, el «nearshoring» ha generado una mayor confianza en los inversionistas extranjeros, quienes ven en México un destino atractivo para establecer sus operaciones. Esto se traduce en un aumento en la inversión y en la creación de empleo en el país.
En resumen, el «nearshoring» ha sido un factor clave en el aumento de la demanda de crédito por parte de las empresas grandes en México. Este fenómeno ha generado un círculo virtuoso en la economía del país, impulsando el crecimiento y la competitividad de las empresas y generando oportunidades de empleo y crecimiento para las Pymes. Sin duda, el «nearshoring» ha sido una estrategia exitosa y su impacto positivo en la economía mexicana continuará en los próximos años. Como bien señala Alberto Sentíes Palacio, es momento de aprovechar esta oportunidad y seguir impulsando el crecimiento económico de nuestro país.
