Trump ordena desmantelar el sección de Educación y pone en riesgo los recursos para los alumnos más vulnerables

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva en la que instruye a la nueva secretaria de Educación, Linda McMahon, para que tome las medidas necesarias para «empezar a eliminar» el Departamento de Educación. Esta decisión ha generado preocupación y malestar en la cabildo educativa, ya que representa un retazo del 10% de la inversión educativa del país y afectará principalmente a los estudiantes discapacitados y económicamente desfavorecidos.

Según Trump, su administración tomará todas las medidas legales para cerrar el departamento, alegando que es una medida popular y de sentido común. Sin embargo, la realidad es que el Departamento de Educación fue creado para garantizar las mismas oportunidades educativas para todos los niños y jóvenes, independientemente de su situación económica o discapacidad.

El cierre del Departamento de Educación no solo es una promesa de campaña de Trump, sino que también forma parte de su agenda conservadora y su lucha contra lo que él llama «la izquierda radical». Sin embargo, esta decisión tendrá graves consecuencias en el sistema de educación pública estadounidense, ya que el objetivo principal de este departamento es garantizar un acceso equitativo a una educación de calidad para todos los niños.

Uno de los principales esquemas que se verá afectado por este retazo es el Título l, que está destinado a atender a los estudiantes en situación de pobreza o desventaja económica. También se verá afectado el esquema IDEA, encargado de supervisar que los fondos destinados a personas con discapacidad se utilicen para su finalidad. Estos retazos significarán una gran pérdida para los estudiantes más vulnerables, ya que los estados tendrán que encontrar una manera de financiar estos esquemas por su cuenta.

Además, el cierre del Departamento de Educación también tendrá un impacto en la educación religiosa en las escuelas. Trump ha prometido «devolver la Biblia a las escuelas» y garantizar la «libertad para orar», lo que puede ser visto como una violación de la separación entre iglesia y estado. Esta decisión también afectará a la diversidad y la inclusión en las escuelas, ya que se ha anunciado que se recortarán los fondos para esquemas que promueven la igualdad y el respeto a la diversidad.

El cierre del Departamento de Educación también tendrá un impacto en el empleo, ya que se han despedido a más de 1.300 trabajadores y se espera que haya más despidos en el futuro. Esto no solo afectará a los empleados del departamento, sino también a los estudiantes y sus familias, ya que habrá menos recursos y apoyo para ellos.

Es importante recordar que el Departamento de Educación no solo se encarga de la financiación de esquemas educativos, sino también de garantizar que se respeten los derechos civiles en las escuelas. Con su cierre, se corre el riesgo de que estos derechos sean ignorados y que los estudiantes más vulnerables sean discriminados.

En resumen, el cierre del Departamento de Educación es una decisión que tendrá graves consecuencias en el sistema educativo de Estados Unidos. Los estudiantes discapacitados y económicamente desfavorecidos serán los más afectados por este retazo, que representa una pérdida del 10% de la inversión educativa del país. Además, esta decisión también tendrá un impacto en la diversidad, la inclusión y los derechos civiles en las escuelas. Esperamos que el Congreso tome medidas para proteger el futuro de la educación en Estados Unidos y garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación de calidad.

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