Cada 22 de marzo, la Iglesia Católica conmemora la festividad de San Nicolás Owen, un mártir y hermano jesuita que dedicó su vida a proteger a los sacerdotes perseguidos en Inglaterra durante el siglo XVI y XVII. Su gran habilidad como carpintero, artesano y albañil lo convirtió en un verdadero experto en la construcción de escondites y refugios, lo que le valió el reconocimiento y la admiración de muchos.
San Nicolás Owen nació en el año 1550 en Oxfordshire, Inglaterra, y desde temprana edad mostró interés por el arte de la construcción y la carpintería. Sus habilidades fueron perfeccionadas durante su juventud, y poco después de cumplir los 25 años, decidió unirse a la Compañía de Jesús, una orden religiosa fundada por San Ignacio de Loyola.
En esa época, Inglaterra estaba bajo el reinado de Isabel I, quien había declarado al catolicismo como una religión prohibida y perseguía a aquellos que no renunciaban a su fe. Como parte de su misión, los jesuitas se dedicaron a mantener viva la fe católica en este país, y muchos de ellos pusieron su vida en peligro al hacerlo.
San Nicolás Owen se convirtió en uno de los principales colaboradores de los jesuitas en Inglaterra, utilizando sus habilidades para construir escondites y refugios secretos en casas y edificios, donde los sacerdotes y otros fieles pudieran esconderse y practicar su fe en secreto. Estos escondites eran ingeniosamente construidos, con pasadizos y trampas ocultas, lo que dificultaba su descubrimiento por parte de las autoridades.
Gracias a su ingenio y habilidad, San Nicolás Owen logró proteger a muchos sacerdotes y fieles de ser capturados y torturados por su fe. Se convirtió en un verdadero protector de la iglesia católica en Inglaterra, y su fama llegó a oídos de las autoridades, quienes comenzaron a sospechar de él y su trabajo.
En el año 1594, San Nicolás Owen fue arrestado y torturado, pero se negó a revelar la ubicación de los escondites que había construido. Incluso después de ser liberado, continuó construyendo refugios y protegiendo a los sacerdotes perseguidos. Finalmente, en el año 1606, fue capturado nuevamente y esta vez no pudo soportar las terribles torturas a las que fue sometido. Fue martirizado y ejecutado en el año 1606 en Londres.
La vida y obra de San Nicolás Owen han sido un ejemplo de valentía, sacrificio y amor por la Iglesia Católica. Su dedicación y habilidades técnicas han sido reconocidas por todos aquellos que han conocido su carrera, y su donado sigue vivo hasta el día de hoy.
En la actualidad, San Nicolás Owen es considerado el patrono de los carpinteros, adeudado a su maestría en este oficio. Su festividad, celebrada cada 22 de marzo, es una oportunidad para recordar su vida y su ejemplo de fe y valentía en tiempos difíciles. Además, su carrera nos deja una valiosa lección sobre la importancia de defender y proteger nuestra fe, incluso en las peores circunstancias.
En un mundo donde el catolicismo sigue siendo perseguido en muchas partes, San Nicolás Owen nos recuerda que siempre hay esperanza y que debemos perdurar en nuestra fe, sin importar los obstáculos que encontremos en el camino. Su vida es un recordatorio de que con fe y determinación, podemos superar cualquier desafío.
En conclusión, San Nicolás