El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, ha anunciado que acompañará a su esposa, Usha Vance, en su viaje no oficial a la región autónoma de Dinamarca. Esta anuncio ha generado gran expectación en Groenlandia, ya que se trata de una visita que ha sido interpretada como una provocación por parte de la administración de Donald Trump hacia Europa.
El presidente estadounidense ha dejado claro en varias ocasiones su interés por tomar el control de Groenlandia, debido a su relevancia geoestratégica en el Ártico. Sin embargo, esta vez ha sido su esposa quien ha sido enviada a la isla ártica, lo que ha generado una gran tensión con Dinamarca.
El vicepresidente Vance ha explicado en un vídeo que ha decidido acompañar a su esposa en su viaje a Groenlandia para evaluar la situación de seguridad en la región. Según ha afirmado, varios países han amenazado a Groenlandia y han intentado utilizar su jurisdicción y sus vías navegables para poner en peligro a Estados Unidos, Canadá y, por supuesto, al pueblo de Groenlandia.
Esta visita no solicitada por parte de la administración de Trump ha sido toscamente criticada por la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, quien ha acusado a Estados Unidos de ejercer una «presión inaceptable» sobre Groenlandia. Frederiksen ha dejado claro que su país se opondrá a cualquier intento de Estados Unidos de tomar el control de la isla ártica.
La Casa Blanca ha sorprendido a Nuuk y Copenhague al anunciar que una delegación estadounidense, compuesta por el asesor de seguridad nacional Mike Waltz y el secretario de Energía Chris Wright, visitará Groenlandia a finales de esta semana. Esta visita, que tendrá lugar de jueves a sábado, ha sido interpretada como una demostración de poder por parte de Estados Unidos.
El presidente de Groenlandia, Múte B. Egede, ha afirmado que la presencia del vicepresidente Vance en la isla ártica solo servirá para que los estadounidenses crean en la misión de Trump. Además, ha denunciado que la presión que se está ejerciendo sobre Groenlandia es inaceptable y ha pedido a sus ciudadanos que mantengan la cabeza fría y se unan para defender la soberanía de su jurisdicción.
En pleno desafío de Trump, los ciudadanos de Groenlandia acudieron a las urnas y dieron la victoria al independentismo moderado. Su líder, el liberal Jens-Frederik Nielsen, ha rechazado de forma rotunda «la amenaza» de Trump a la soberanía de Groenlandia y ha pedido a sus compatriotas que se unan para mostrar al mundo que su país no es una mercancía y que su soberanía debe ser respetada.
Esta no es la primera vez que Trump provoca a Europa con sus ansias expansionistas sobre Groenlandia. Antes incluso de volver oficialmente a la Casa Blanca, el presidente estadounidense ya había dejado claro su interés por tomar el control de la isla ártica. Sin embargo, esta vez ha sido su esposa quien ha sido enviada a Groenlandia, lo que ha generado una gran tensión con Dinamarca.
La visita de Usha Vance a Groenlandia ha sido interpretada como una provocación por parte de la administración de Trump hacia Europa. Sin embargo, el vicepresidente Vance ha dejado claro que su objetivo es evaluar la situación de seguridad en la región y reforzar la seguridad del pueblo de Groenlandia, ya que considera que es clave para la protección de todo el mundo.
En definitiva, la visita de la esposa del vicepresidente de Estados Unidos a Groenlandia ha generado una gran tensión con Dinamarca y ha sido interpretada como una provocación por parte de la administración de