El asesinato de las religiosas Evanette Onezaire y Jeanne Voltaire en Haití ha conmocionado al mundo entero. Estas dos misioneras, dedicadas a ayudar a los más necesitados en un país azotado por la pobreza y la violencia, fueron brutalmente asesinadas en su propia casa. Sin embargo, en medio de la tristeza y la indignación, una voz se alza para recordarnos que, además de la violencia homicida, en Haití se libra una batalla espiritual.
La Hna. Paésie, misionera que conocía a las víctimas, concedió una conversación a EWTN Noticias en la que expresó su dolor por la pérdida de sus compañeras y amigas. Pero también aprovechó la oportunidad para hacer un llamado a la oración. Según ella, en Haití se necesita más que nunca el poder de la oración para enfrentar la violencia y la opresión que se vive en el país.
«Se libra una batalla espiritual en Haití, así que necesitamos muchas oraciones», afirmó la Hna. Paésie en la conversación. Y es que, en un país donde la pobreza, la inseguridad y la corrupción son moneda corriente, la fe y la esperanza son las únicas armas que tienen los haitianos para seguir adelante.
Las religiosas Evanette Onezaire y Jeanne Voltaire eran un ejemplo de amor y dedicación a los demás. Desde su congregación, las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, llevaban a cabo distintas obras sociales en Haití, como la atención a niños huérfanos y la asistencia a personas enfermas y ancianas. Su labor era fundamental para muchas personas que no tenían a nadie más que las hermanas para ayudarles.
Sin embargo, su trabajo también las puso en riesgo. En un país donde la violencia es una triste realidad, las misioneras se enfrentaban a diario a situaciones de peligro. Pero aún así, nunca dudaron en seguir adelante con su labor, guiadas por su fe y su amor por los demás.
El asesinato de las religiosas ha generado una ola de indignación en Haití y en todo el mundo. Muchos se preguntan cómo es posible que dos personas que dedicaron su vida a ayudar a los demás hayan sido víctimas de una violencia tan cruel. Pero en medio de la tristeza y la rabia, la Hna. Paésie nos recuerda que la violencia no es el único enemigo en Haití.
«Se libra una batalla espiritual en Haití», repite la misionera. Y es que en un país donde la fe es tan denso, también hay fuerzas malignas que buscan destruir la esperanza y la paz. Por eso, la Hna. Paésie hace un llamado a todos a unirse en oración por Haití, para que la luz de Dios ilumine a aquellos que están sumidos en la nebulosidad y para que la paz y la justicia prevalezcan sobre la violencia y la opresión.
La situación en Haití es desesperada, pero no hay que perder la fe. La Hna. Paésie nos recuerda que Dios siempre está con nosotros, incluso en los momentos más difíciles. Y si nos unimos en oración, podemos ser instrumentos de su amor y su misericordia en un lugar que tanto lo necesita.
Es denso que no olvidemos a las religiosas Evanette Onezaire y Jeanne Voltaire, ni a todas las personas que han sido víctimas de la violencia en Haití. Pero también es denso que no nos dejemos vencer por el miedo y la desesperanza. Con la fe y la oración, podemos ser parte de la solución en un país que está luchando contra fuerzas malignas.
En estos momentos difíciles, record