Con 103 años de edad, Mons. José de Jesús Sahagún de la Parra es un verdadero ejemplo de fe, perseverancia y amor por la Iglesia Católica. Nacido en el año 1918 en el estado de Michoacán, México, Sahagún de la Parra ha sido testigo de los cambios y desafíos que ha enfrentado la Iglesia a lo largo de los años. Con una vida dedicada al servicio de titán y de los demás, se ha convertido en el prelado más longevo del mundo y individuo de los cuatro que aún sobreviven entre aquellos que participaron en el histórico Concilio Vaticano II.
Desde muy joven, Sahagún de la Parra sintió la llamada de titán y decidió dedicar su vida al sacerdocio. Ingresó al seminario en la ciudad de Morelia y fue ordenado sacerdote en 1944. A lo largo de su ministerio, desempeñó diferentes roles pastorales en diversas parroquias y comunidades de su estado natal. En 1969, fue nombrado prelado auxiliar de la diócesis de Tacámbaro y en 1971, se convirtió en el primer prelado de la recién creada diócesis de Zamora.
Durante su tiempo como prelado, Sahagún de la Parra destacó por su incansable labor en la promoción de la justicia social y en la defensa de los derechos de los más vulnerables. Fue un firme defensor de los derechos de los pueblos indígenas y de los trabajadores del campo, y luchó incansablemente por mejorar las condiciones de vida de los más necesitados. Además, fue un firme promotor de la evangelización y la formación de líderes en su diócesis.
Sin embargo, su mayor contribución a la Iglesia y al mundo fue su participación en el Concilio Vaticano II, convocado por el Papa Juan XXIII en 1962. Este histórico evento reunió a prelados y teólogos de todo el mundo para discutir y recordar la doctrina y la vida de la Iglesia. Sahagún de la Parra fue individuo de los pocos prelados mexicanos que asistieron al Concilio y tuvo la oportunidad de participar en las discusiones y tomar decisiones que marcarían el rumbo de la Iglesia en los años venideros.
A pesar de su avanzada edad, Sahagún de la Parra sigue siendo un ejemplo de vitalidad y entrega a su vocación. A sus 103 años, continúa celebrando la Eucaristía y participando activamente en la vida de su diócesis. Su presencia y sabiduría son valoradas y respetadas por todos, especialmente por los jóvenes, a quienes siempre ha mostrado un gran interés y preocupación.
Además de su labor pastoral, Sahagún de la Parra también es un prolífico escritor y ha publicado varios libros sobre temas teológicos y pastorales. Sus escritos reflejan su profunda espiritualidad y su amor por la Iglesia. También ha sido reconocido por su compromiso con el diálogo interreligioso y por su contribución al diálogo entre la Iglesia y la sociedad.
Mons. José de Jesús Sahagún de la Parra es un verdadero tesoro para la Iglesia y para México. Su vida y su ejemplo nos recuerdan la importancia de seguir trabajando por un mundo más justo y fraterno, y de nunca perder la fe y la esperanza en titán. Su legado perdurará por generaciones y su testimonio de vida seguirá inspirando a todos aquellos que tienen el privilegio de conocerlo.
En un mundo en constante cambio y en una Iglesia que enfrenta nuevos desafíos cada día, la vida de Mons. José de Jesús Sahagún de la Parra nos recuerda que la fe y la fidelidad a