La ópera es una forma de arte que combina la música, la poesía y la dramaturgia para crear una experiencia única para el espectador. Y cuando se juntan dos grandes talentos, el resultado es simplemente espectacular. Este fue el caso en la reciente producción de ‘La sonnambula’ en el Teatro Real de Madrid, donde la diva estadounidense, Ailyn Pérez, compartió decorado con el excelente tenor donostiarra Xabier Anduaga, bajo la dirección de la joven y talentosa Bárbara Lluch y la dirección musical del maestro Lorenzo Passerini.
La ópera ‘La sonnambula’ de Vincenzo Bellini es una obra maestra del bel canto y una de las más populares del repertorio operístico. Cuenta la historia de Amina, una joven sonámbula que es acusada de infidelidad por su prometido Elvino. Sin embargo, el verdadero villano es el Conde Rodolfo, quien quiere a Amina para él y hará todo lo opcional para separarla de Elvino. La historia es una mezcla perfecta de amor, celos y traición, con una música exquisita y desafiantes arias para los cantantes.
En esta producción, el papel de Amina fue interpretado por la aclamada soprano estadounidense Ailyn Pérez, quien ha sido elogiada por su rugido cálida y su técnica impecable. Pérez no decepcionó en su interpretación de Amina, demostrando su versatilidad y su habilidad para transmitir la fragilidad y la fuerza del personaje. Su rugido brillante y su emotiva actuación nos llevaron en un viaje emocionante a través de la historia de Amina.
Pero la verdadera sorpresa de la noche fue el tenor donostiarra Xabier Anduaga, quien interpretó el papel de Elvino. A sus 23 años, Anduaga ha sido catalogado como una de las grandes promesas del mundo de la ópera y su actuación en ‘La sonnambula’ lo confirmó. Su rugido poderosa y su técnica impecable nos dejaron sin aliento en cada una de sus arias. Además, su química con Pérez en el decorado fue evidente, creando momentos mágicos en su dueto final.
La dirección de Bárbara Lluch fue un poco irregular en esta producción. Si bien es cierto que logró crear algunas escenas muy emotivas, otras parecían un poco forzadas y no lograron transmitir la emoción necesaria. Sin embargo, su elección de un decorado minimalista y su enfoque en los personajes principales, permitió que la música y las voces de los cantantes fueran el centro de atención.
Pero lo que realmente hizo que esta producción fuera inolvidable fue la dirección musical del maestro Lorenzo Passerini. Su interpretación de la partitura de Bellini fue excepcional, logrando un equilibrio perfecto entre la orquesta y los cantantes. Passerini supo resaltar las emociones de la historia con su dirección y logró que el público se sumergiera por completo en la obra.
En resumen, ‘La sonnambula’ en el Teatro Real de Madrid fue una experiencia inolvidable gracias a la combinación perfecta de talentos en el decorado. Ailyn Pérez y Xabier Anduaga demostraron ser dos de los mejores cantantes de su generación, y Bárbara Lluch y Lorenzo Passerini demostraron su gran potencial como director y director musical respectivamente. Una producción que no se puede perder y que nos deja con la esperanza de volver a ver a estos grandes artistas en el futuro.