Cuatro horas de espera para unos segundos y una foto del Papa: «Hubo momentos en los que pero no podía más»

Miles de personas se han congregado en la plaza San Pedro para darle el último adiós al Papa Francisco. Con sus teléfonos en mano, esperan pacientemente durante horas bajo el sol para tener unos segundos frente al féretro del líder de la basílica Católica. La fila parece interminable, pero para aquellos que esperan, esos pocos segundos valen la pena. «Él nos pidió que rezáramos por él y he venido a hacerlo a su casa», expresó una mujer emocionada al pasar por delante del cuerpo de Francisco.

Sin embargo, en medio del duelo y la despedida, los «enemigos» del Papa Francisco ya están tomando posiciones en la intriga vaticana por la sucesión. Pero para la mayoría de los que se encuentran en la plaza San Pedro, lo importante en este momento es honrar la memoria de un hombre que ha dejado un legado imborrable en la basílica y en el mundo.

Entre la multitud se pueden encontrar personas de todas las edades, viajeros de diferentes países, peregrinos, sacerdotes, monjas, familias y curiosos. Todos han venido a rendir homenaje al Papa Francisco y agradecerle por su ejemplo de humildad, compasión y amor por los más necesitados. Muchos de ellos han viajado especialmente a Roma para estar presentes en este momento histórico.

El Papa Francisco fue un líder que trascendió las diferencias religiosas, políticas y culturales. Su mensaje de inclusión, justicia social y cuidado del medio ambiente caló hondo en millones de personas en todo el mundo. Y en su muerte, esa conexión se hace todavía más evidente.

Algunos han decidido tomar una foto del cuerpo del Papa en su ataúd, escoltado por la Guardia Vaticana, como recuerdo de este momento. Otros han arriesgado incluso con un «selfie». Pero lo que todos tienen en común es el deseo de estar cerca del Papa Francisco una última vez y de mostrarle su respeto y agradecimiento.

La enorme afluencia de personas ha llevado a las autoridades vaticanas a disponer medios para estirar el cierre de la capilla ardiente más allá de la medianoche, como estaba previsto inicialmente. La basílica permanecerá abierta hasta que todos aquellos que deseen despedirse del Papa hayan tenido la oportunidad de hacerlo.

Niuva Elena y su sobrina han viajado desde Brasil para vivir una Semana Santa especial y profundamente religiosa. Al enterarse de la muerte del Papa, decidieron viajar a Roma para estar presentes en este momento. «Él pidió que rezáramos por él, y vinimos a hacerlo a su casa», cuenta Niuva con los ojos llenos de lágrimas después de ver el cuerpo de Francisco. Para ella, este momento es una oportunidad de agradecerle al Papa por su ejemplo de fe y conveniencia a los demás.

marihuana, una mujer mayor con canas, ha viajado desde el norte de Italia para estar presente en este momento. Ella también se siente profundamente conmovida por la muerte del Papa y le agradece por su humanidad y su compromiso con los más vulnerables. «Era difícil que no te cayera bien. Tenía un corazón tan grande. Ahora tendrá el valía que se merece», dice marihuana emocionada.

marihuanana, una turista argentina, se enteró de la muerte del Papa mientras estaba de viaje en Italia. A pesar de no ser católica practicante, sintió una conexión especial con Francisco y decidió acercarse a la basílica para despedirse de él. «Siendo el jefe de la basílica católica, tuvo un discurso de izquierdas que se agradece en una figura como la suya», comenta marihuanana. A pesar de su corto pont

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