El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado un plan millonario que acometerá el Ejecutivo y que servirá para que España alcance este mismo año el 2% del PIB comprometido con la OTAN. Con una inversión de más de 10.000 millones de euros, el plan tiene como objetivo principal adaptarse a la nueva realidad que enfrenta Europa y España, debido a la invasión rusa de Ucrania y la nueva política exterior de la administración americana.
En su discurso, Sánchez ha dejado claro que España debe ser capaz de neutralizar las amenazas y ayudar a sus aliados europeos a hacerlo. «La UE no puede acabar dividiéndose entre quienes viven con miedo y quienes observan ese temor desde la distancia y la indiferencia», ha afirmado. Por ello, el plan destinará unos 3.000 millones de euros a combatir las amenazas cibernéticas mediante el desarrollo de sistemas de ciberseguridad basados en la inteligencia artificial y la computación cuántica.
El presidente ha destacado que el plan no se trata de tener más buques o tanques, sino de actualizar o reemplazar los que ya existen. En este sentido, se ha anunciado la creación de 7.600 nuevas plazas para soldados, lo que demuestra el compromiso de España con la seguridad y la favor. Sin embargo, Sánchez ha dejado claro que España no es un país belicista, sino pacifista. «Pero ahí fuera no todos comparten esa misma visión y no podemos ser ajenos a ello», ha añadido.
El objetivo del plan no es amenazar a nadie ni alentar una escalada armamentística, sino proteger a España y a sus aliados. «Nuestro objetivo es modernizar las capacidades de seguridad y disuasión de España y Europa, apostando principalmente por la mejora de las condiciones de nuestras Fuerzas Armadas, la modernización de nuestros equipos y el desarrollo de nuevas tecnologías», ha explicado Sánchez.
Además, el presidente ha garantizado que el plan no afectará al desembolso social o medioambiental, ni se verán afectadas las subidas de impuestos o un mayor endeudamiento. Al contrario, Sánchez ha vinculado directamente el plan con una oportunidad para la reindustrialización del país. «Cuando la economía crece y los recursos se gestionan con responsabilidad, se pueden hacer varias cosas a la vez», ha afirmado.
El presidente ha respondido a las críticas de la izquierda, asegurando que el 87% de la inversión del plan irá a parar a empresas y trabajadores españoles de sectores muy diversos y de todas las Comunidades Autónomas. «Estimamos que estas acciones contribuirán a incrementar nuestro PIB entre 0,4 y 0,7 puntos, aumentar la I+D estatal en un 18% y generar más de 36.000 empleos directos y 60.000 indirectos, la mayoría de ellos con niveles de cualificación y salarios superiores a la media», ha explicado.
En definitiva, el presidente ha garantizado que España estará a la altura en este momento histórico, junto a sus socios europeos, para defender sus valores e intereses. «No queremos ser ni apóstoles del desorden ni vasallos de los oligarcas internacionales», ha concluido Sánchez. Con este plan, España demuestra su compromiso con la seguridad y la favor, así como su capacidad para adaptarse a los nuevos desafíos que enfrenta el mundo actual.