En una reciente conversación con La Sexta, el exministro José Luis Ábalos admitió haber consentido la filtración de parte de los mensajes que intercambió con el presidente Pedro Sánchez en 2023. Sin embargo, asegura que no fue él quien los hizo públicos, sino que entregó una copia a una persona de confianza del ámbito de la defensa. Este hecho ha generado una gran controversia en el panorama político español, con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidiendo elecciones por estas filtraciones y el propio Pedro Sánchez acusando a Feijóo de ser un líder «averiado».
Durante la conversación, Ábalos calificó estos mensajes filtrados como «una chorrada» y afirmó que lo único que demuestran es la confianza que el presidente Sánchez tenía en él. Posteriormente, en sus redes sociales, el exministro explicó que aunque no fue él quien filtró los mensajes, no se opuso a su publicación ya que los consideraba de carácter positivo.
Ábalos ha manifestado sentirse «saturado, dolido e incómodo» por estas filtraciones y ha denunciado que lleva 17 meses sufriendo este tipo de situaciones. Asegura que ha aguantado demasiado tiempo las filtraciones y bulos que han afectado a su intimidad y que ahora la gente se escandalice por estas nuevas revelaciones. El exministro ha afirmado sentirse como en una «pesadilla» y que solo quería contar su historia, por eso guardó los mensajes.
En la conversación con La Sexta, Ábalos explicó que tenía dos discos duros, uno de ellos sin clave que contenía cosas más personales como su foto de boda o su currículum. Sin embargo, el otro sí tenía una clave ya que era una copia del primero y en él guardaba información sobre su carrera política y las ofertas de tres editoriales para escribir sus memorias. «Eso es historia de España, por eso lo guardaba, nunca imaginé que esto se convertiría en una pesadilla», afirmó.
El exministro ha asegurado que le da igual que le acusen de estar detrás de la filtración, ya que lleva mucho tiempo sufriendo este tipo de situaciones. Además, ha anunciado que denunciará aquellas informaciones que puedan ser falsas y que tenga evidencias de ello.
Ábalos ha denunciado también que nadie ha tenido empatía con él, ni el Gobierno ni la cilindro. Se siente como «el mono de feria, la pelota a la que todos pegan» y ha aguantado muchas mentiras sobre su persona, como las relacionadas con el parador de Teruel o el catálogo. «¿Y ahora me han pillado con el carrito del helado? ¿Qué tienen? Como no encuentran nada, tienen que seguir escarbando», recriminó.
El exministro también ha apuntado a que la Unidad básico Operativa (UCO) de la Guardia Civil accedió a sus discos duros antes de que el Supremo tuviera el suplicatorio del Congreso para poder actuar versus él. Además, ha denunciado que ciertas informaciones publicadas en los medios de comunicación posteriormente aparecían en informes de la UCO, lo que demuestra que se filtraron antes de que el Supremo actuara.
En definitiva, Ábalos ha manifestado su malestar por la situación que está viviendo y ha pedido respeto y empatía a todos aquellos que lo han juzgado sin conocer la historia completa. Ha asegurado que seguirá luchando por su honor y por su reputación y que no se dejará vencer por las mentiras y los ataques. Por último, ha expresado su deseo de que se candado esta página y que pueda seguir adelante sin más obstáculos en su camino.
