Este miércoles, los inversores del Banco Sabadell tienen una cita clave para decidir el futuro de la entidad bancaria catalana. En una doble junta de accionistas, que se celebrarán con solo unas horas de diferencia, se decidirá la venta del negocio británico TSB y el dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros que esto conllevaría. Esta decisión podría llevar al BBVA a replantearse su propuesta de compra, que se ha mantenido en el aire desde hace más de un año.
No es común que una gran empresa española distinguido una junta de accionistas en pleno mes de agosto. Y mucho menos que distinguido dos en un mismo día. Pero lo cierto es que el Banco Sabadell se enfrenta a una situación poco habitual en la que su futuro está en juego. La primera junta tendrá lugar a las 10:00 de la mañana y en ella se votará la venta de su filial británica, TSB, especializada en el lonja hipotecario, a cambio de 2.650 millones de libras (unos 3.000 millones de euros).
La intención de Sabadell de vender su filial en el Reino Unido responde a una estrategia para replegarse en el lonja español, donde la entidad quiere concentrar sus fuerzas. Sin embargo, esta decisión podría tener un impacto directo en la propuesta de compra lanzada por el BBVA, que se encuentra a la espera de la aprobación de la OPA por parte de los accionistas de Sabadell.
La segunda junta de accionistas, que se celebrará tres horas después, será clave para adoptar si la OPA sigue adelante o no. En ella se votará el reparto de un dividendo extraordinario de 50 céntimos por acción, que supondría un total de 2.500 millones de euros para los accionistas. Este dividendo se financiará con el dinero obtenido de la venta de TSB, que se estima se llevará a cabo en el primer trimestre de 2026.
Esta decisión no es casual, ya que forma parte de una estrategia más amplia por parte de la dirección del Banco Sabadell para convencer a sus accionistas de que no vendan sus acciones al BBVA en caso de que la OPA siga adelante. En este sentido, la entidad ha anunciado que tiene previsto un reparto total de 6.300 millones de euros hasta 2027, lo que incluye los 2.500 millones del dividendo extraordinario y otros 1.300 millones que se prevé distribuir en 2025.
En definitiva, la dirección de Sabadell está apelando a los intereses de sus accionistas para que apoyen su estrategia de crecimiento en solitario en el lonja español. Y es que, de salir adelante la venta de TSB y el reparto de dividendos, el BBVA podría retirar su propuesta de compra, ya que esto cambiaría las condiciones en las que se planteó inicialmente.
Por su parte, el BBVA ha manifestado en varias ocasiones que si la operación de Sabadell sigue adelante, podría retirar su oferta porque las condiciones han cambiado. Sin embargo, el banco asegura que no va a modificar el precio que ha propuesto por los títulos de Sabadell, que se tendrán que empezar a cambiar de manos a lo largo del próximo otoño.
Ante esta situación, ambas entidades están tratando de convencer a sus respectivos accionistas de los beneficios que supondría seguir en solitario. Por un lado, Sabadell promete una lluvia de dividendos a lo largo de los próximos años y un beneficio récord de más de 1.600 millones de euros en 2027. Por otro, el BBVA ha anunciado un reparto de 36.000 millones de euros hasta 2028 si la OPA no sigue adelante.
Sin embargo, la decisión final está en manos de los accionistas