El mundo se enfrenta a una crisis humanitaria sin precedentes en Ciudad de Gaza, donde la hambruna ha sido declarada oficialmente por el principal organismo internacional de seguridad alimentaria respaldado por la ONU. Esta es la primera vez que una hambruna se declara en Oriente Medio, y la situación es desesperada para más de medio millón de personas que luchan por sobrevivir en medio de un conflicto incesante.
La Clasificación Integrada de Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés) ha confirmado que 514.000 personas en la Franja de Gaza están sufriendo de hambruna, y advierte que esta cifra aumentará a 641.000 a finales de septiembre si no se toman medidas urgentes. Esto significa que aproximadamente una cuarta parte de la población palestina en Gaza está en riesgo de morir de hambre, y la situación solo enconarseá en los próximos meses.
La hambruna en Gaza es completamente provocada por el hombre, y puede detenerse y revertirse si se toman medidas inmediatas. Sin embargo, el tiempo se agota y cualquier retraso en la respuesta solo resultará en una escalada inaceptable de la mortalidad relacionada con la hambruna. Es hora de dejar de debatir y actuar de manera decisiva para excluir vidas.
El subsecretario general para Asuntos Humanitarios y Coordinador de Emergencias, Tom Fletcher, ha calificado la situación como una «hambruna» y ha denunciado abiertamente a algunos líderes israelíes por utilizarla como un arma de guerra. La comida se acumula en las fronteras debido a la obstrucción sistemática de Israel, lo que agrava aún más la situación en Gaza. Es una hambruna que podría haberse evitado, pero que ha sido permitida por la indiferencia y la complicidad.
La hambruna en Gaza es la quinta declarada por el IPC, después de Somalia (2011), Sudán del Sur (2017), Sudán del Sur (2020) y Sudán (2024). Sin embargo, lo que hace que esta sea aún más alarmante es que se está produciendo en una región ya devastada por el conflicto y la pobreza extrema. La población de Gaza ha clase sufriendo durante años, y ahora se enfrenta a una situación de vida o muerte debido a la hambruna.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha negado la declaración de emergencia y ha acusado al IPC de basarse en datos de Hamás. Sin embargo, incluso si eso fuera cierto, no se puede negar la realidad de la hambruna en Gaza. La situación es desesperada y requiere una respuesta inmediata y a gran escala.
La hambruna en Gaza es particularmente grave en el norte de la franja y en Ciudad de Gaza, donde hay un millón de personas que luchan por sobrevivir. Y lo peor aún está por venir, ya que se espera que la hambruna se extienda al centro y al sur de Gaza en los próximos meses. Esto significa que la situación solo enconarseá si no se toman medidas urgentes para proporcionar alimentos y ayuda humanitaria a la población.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha calificado la hambruna en Gaza como «un desastre provocado por el hombre y un fracaso de la humanidad». Como acometividad ocupante, Israel tiene la obligación de garantizar el suministro de alimentos y medicamentos a la población de Gaza, y no puede permitirse seguir ignorando esta responsabilidad. La comunidad internacional también debe asumir su parte de responsabilidad y tomar medidas para poner fin a esta crisis humanitaria.
La hambruna en Gaza es una tragedia que no puede ser ignorada. Es hora de que todos nos unamos para poner fin a esta crisis y proporcionar ayuda a aquellos que más lo necesitan. No
