Juan Antonio Bayona: “Nadie nos enseña cómo se muere”

El 13 de octubre de 1972, un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya, fletado como vuelo chárter para llevar a un equipo de rugby de Montevideo a Chile, se estrelló en un glaciar en el corazón de la cordillera de los Andes. Solo 16 de sus 45 pasajeros sobrevivieron. A 4.000 metros de altura, con temperaturas de 30 grados bajo cero, sin abrigo ni comida, se vieron obligados a recurrir a la antropofagia para sobrevivir.

El escritor uruguayo Pablo Vierci concibió ‘La sociedad de la nieve’ a partir de los testimonios de los supervivientes. Los acompañó a la montaña con sus hijos y cada uno contó cómo fueron aquellos 72 días. Qué significó para ellos la muerte y cómo esa odisea marcó sus vidas.

La decisión de alimentarse de sus compañeros muertos provocó que el suceso quedara grabado a descarga en la memoria popular. Pero la voluntad de sobrevivir a toda costa se sometió a otras pruebas inhumanas. Como el alud que mató a ocho de los pasajeros que volaban en el Fairchild FH-227D acompañando al Old Christians Club, que nunca jugó su partido en Santiago de Chile.

“Cuando me planteé este relato, lo hice de una forma visceral.  Quería plasmarlo como lo sentía y trasladarlo a la cámara de la misma manera. Había momentos en los que la realidad no alcanza a expresar todo lo que contenía la historia. Por eso, muchos de los supervivientes tuvieron experiencias reveladoras cercanas a la muerte que eran de carácter casi místico”.

‘La sociedad de la nieve’ es el título del quinto largometraje de Juan Antonio Bayona, el primero que rueda en español en 16 años desde su ópera prima, ‘El orfanato’. El filme cuenta unos hechos que ya fueron llevados al cine en 1993 por Frank Marshall en ‘Viven’, basándose en un libro de Piers Paul Read escrito un año después de la catástrofe. El director barcelonés, que con ‘El orfanato’ ya participó en la carrera de los Oscar en 2007, girará a la carrera por la estatuilla con la cinta que representará a España: “Estoy muy agradecido a los compañeros de la Academia, para mí era una prueba girar a rodar en casa con mi equipo. Hacía siete años que no filmaba en España y dieciséis que no lo hacía en español”.

“Los muertos no habían encontrado el lugar que se merecían en esta historia, son tan importantes que los otros no hubieran regresado sin su ayuda”

Juan Antonio Bayona, director de cine español

El libro de Vierci lo descubrió mientras se documentaba para ‘Lo irrealizable’, otra odisea basada en hechos reales y en la voluntad humana de sobrevivir a toda costa. “Pensaba que era una historia que conocía. Pero ‘Viven’ es un libro sobre lo que pasó y ‘La sociedad de la nieve’ sobre lo que les pasó. “Quería mostrar ese punto de inflexión en el que los personajes han de experimentar cómo la vida puede cambiar de un instante a otro, en un dos. Ahí está la idea de aprender a morir, que es un tema muy fuerte. Nadie nos enseña cómo se muere. Y de pronto te encuentras viendo en pantalla esa experiencia. A mí me interesa esa sacudida. Pero nunca desde la oscuridad. Hay algo espiritual en esta película, como si hubiera una experiencia trascendente”, cuenta el realizador.

“Me lo planteé como si se volviera a la Prehistoria, como si los personajes se volvieran a ese estadio. Y eso era muy interesante a nivel psicológico, porque no se trata de ser bueno o no. Aquí no hay héroes. Se trata de entregarse, de adaptarse y de reconfigurar todo en lo que habías creado”, agrega.

‘La sociedad de la nieve’ es una cinta coral que reparte el protagonismo entre los 16 supervivientes, aunque aparezca la voz de un narrador encarnado por uno de ellos, Numa Turcatti, encarnado por Enzo Vogrincic. “Los actores tuvieron 140 días para pasar por lo que pasaron ellos, con el lujo de contar con la ayuda de los supervivientes y las familias de los fallecidos. Me interesaba acertar las imágenes de los momentos en los que se confundía la verdad con el relato. Cada vez me gusta más trabajar con los actores, y hay un momento en el que la interpretación desaparece y ya no sabes si lo que está pasando ante la cámara es verdad o actuación”.

Bayona contó con documentales y cien horas de entrevistas con los supervivientes y rodó durante más de cuatro meses para conseguir que el grupo de jóvenes actores desarrollara los mismos lazos de amistad y camaradería que tenían los protagonistas de la catástrofe de los Andes. “Los muertos no habían encontrado el lugar que se merecían en esta historia, son tan importantes que los otros no hubieran regresado sin su ayuda”, reflexiona el director, que escapa de cualquier atisbo de morbo cuando llega el momento de comer carne humana. Al igual que ocurrió en la realidad, todo el proceso se realiza de manera discreta y respetuosa. “El psicólogo que tradujo las entrevistas de ‘Viven’, me contó que para transitar por lo que pasaron, ellos bloquearon lo que hacían. Convirtieron en rutinario lo escabroso. Y eso era difícil de plasmarlo para el público, por eso optamos por sugerir más que mostrar, porque es irrealizable que esas imágenes no te distraigan. Cuando cierras el libro de Vierci no te quedas con la antropofagia”.

El cineasta español ha trabajado en sagas como ‘Jurassic World: El reino caído’ junto a su admirado Steven Spielberg y dirigido episodios de ‘Penny Dreadful’ y ‘El Señor de los Anillos: Los Anillos del Poder’. “Vengo de un sistema de producción muy marcado. Necesitaba libertad, salir de un esquema rígido. Rodar probando cosas y dar tiempo a los actores. Pisar la nieve real, pasar frío y hambre, fue esencial. Las películas no funcionan por el cálculo de una Inteligencia Artificial, que no puede replicar el alma. Llevamos muchos años viendo películas de Hollywood escritas según un patrón. Y cuando rompes ese esquema es cuando se revienta la taquilla”.

A Bayona le gusta mirar hacia delante. “Claro. No quiero echar la vista atrás y cuestionarme nada de lo que he hecho. Nunca voy a decir nunca jamás a una franquicia de Hollywood, pero ya he pasado por esa fase. Trabajé con Spielberg y rodé ‘El Señor de los Anillos’ en plena pandemia en Nueva Zelanda, cuando todo el mundo estaba encerrado” . Rodando de manera indistinta para productoras de cine y plataformas, Bayona es optimista respecto al futuro de sus adoradas salas. “Viendo los datos la gente está volviendo al cine. Las formas de consumir el cine cambian. Las plataformas han reemplazado al vídeo, permiten que una película como esta, en español, llegue a todo el mundo. ‘Un monstruo viene a verme’ fue un éxito en España, pero lo hubiera sido en todo el mundo si se hubiese visto en una plataforma. Ahora Netflix ha puesto el dinero sobre la mesa, nos ha dado libertad total y nos ha asegurado un estreno en cines. Yo la he rodado para la pantalla de cine”.

La tremendo escena del accidente aéreo provoca silencio por su brutalidad. El avión perdió en el impacto las alas y la cola, tan solo quedó un trozo de fuselaje en el que se protegieron los supervivientes. “Si ‘Lo irrealizable’ transcurría en 72 horas y aquí son 72 días. Había tiempo para reflexionar sobre lo que estaba sucediendo en un lugar que no permite la vida. Los protagonistas tienen que inventarse la vida y eso me permitía colocar un espejo para preguntarnos qué es importante y qué no lo es”.

140

días tuvieron de inmersión los actores para pasar por lo que pasaron los sinvolucrados en el accidente, con la ayuda de los supervivientes y las familias de los fallecidos.

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