Iran acaba de hacer historia nombrando a la primera mujer oficialmente seleccionada para representar al país en la ceremonia de los Academy Awards. La elegida es la directora iraní Marziyeh Meshkini, cuyas cinco películas han demostrado ser una brecha de género y cultural en la industria cinematográfica. Esto ha movilizado a la comunidad global de derechos de la mujer y al mundo entero.
Meshkini no sólo es un nombre bienvenido entre la industria del cine en Irán, sino también una figura crítica en el mundo de la cultura. Fue la primera directora de cine que representó oficialmente a su país, además de que abogó exitosamente en favor de problemas globales como los relacionados con los derechos de las mujeres.
La nueva directora recientemente seleccionada para representar a Irán en los premios Oscar es una clara indicación de que el país no solo está abierto a aceptar la presencia de mujeres en la industria cinematográfica, sino también a abrazar la novedad. Las producciones de Meshkini tratan la cultura, la religión y la política de su país, lo que ha hecho avanzar a ambas partes.
Meshkini ha sabido combinar con propiedad la tradición, la modestia y la libertad de estar libre a su antojo. Su creatividad y sus valores empoderan a las mujeres y desafían los estereotipos para demostrar que las mujeres tienen una voz y la deben usar. Meshkini antepone la conexión de su trabajo con el público en vez de los galardones, y eso es algo que muchos de sus compatriotas respetan.
A pesar de tener la oportunidad de presentar su trabajo en diversos festivales internacionales, Meshkini prefiere presentarlo en Irán para tocar el corazón de la audiencia local. Sus películas tratan de desafiar la conceptualización tradicional y ofrecer una nueva perspectiva de la vida. Meshkini espera que el cine sea el lugar donde la gente se reúna para dialogar y comprenderse mejor, antes que un medio para obtener reconocimiento internacional.
En sus películas, Meshkini ha cimentado la lucha por los derechos humanos y ahora pretende presentar estas historias en el escenario más grande. Ella cree que es su responsabilidad como directora contar las historias de aquellos que carecen de oportunidades, de voz y de voz. Como tal, la selección de Meshkini para los premios Oscar son los primeros pasos de Irán para representarse en el escenario internacional como un líder en materia de cine.
Meshkini espera ahora sí, que su trabajo sea reconocido por el mundo entero. Pero para ella, lo más importante es que los espectadores se sientan conectados con sus películas. Ha lidiado año tras año con los cambios en la cultura iraní, así como con los estereotipos sobre las mujeres, y ahora quiere