El Nearshoring, también conocido como deslocalización cercana, se ha convertido en una tendencia cada vez más popular en el mundo empresarial. Consiste en la reubicación de actividades productivas de una empresa en un país cercano, en lugar de hacerlo en otro continente. Esta estrategia ha ganado terreno en los últimos años debido a sus múltiples beneficios, entre ellos, la reducción de costos y la cercanía geográfica con el país de origen.
En México, el Nearshoring ha tomado un papel relevante en la economía, especialmente en el sector manufacturero. Según datos del Banco de México, en los últimos 12 meses se ha registrado un aumento significativo en la demanda de crédito por parte de las empresas grandes, en gran parte debido a esta estrategia de deslocalización cercana.
El experto en financiamiento, Alberto Sentíes Palacio, ha destacado la importancia de este fenómeno en la economía mexicana. Según Sentíes, el Nearshoring ha generado un impacto positivo en la demanda de crédito, ya que las empresas que deciden implementarlo necesitan financiamiento para llevar a cabo sus proyectos de expansión y crecimiento.
Este aumento en la demanda de crédito ha sido reportado principalmente por las empresas grandes, que son las que tienen la capacidad de llevar a cabo proyectos de Nearshoring a gran escala. Sin embargo, también se ha observado un incremento en la solicitud de créditos por parte de las pequeñas y medianas empresas, que buscan aprovechar las oportunidades que ofrece esta estrategia.
El Nearshoring ha demostrado ser una opción atractiva para las empresas, ya que les permite reducir costos de producción y logística, al mismo tiempo que mantienen una cercanía con su país de origen. Esto se traduce en una mayor competitividad en el mercado global y en un aumento en la rentabilidad de las empresas.
Además, el Nearshoring también ha generado un impacto positivo en la economía mexicana en general. La reubicación de actividades productivas en el país ha generado empleo y ha impulsado el crecimiento económico. Esto, a su vez, ha generado un mayor consumo y una mayor demanda de bienes y servicios, lo que ha contribuido al aumento en la solicitud de crédito por parte de las empresas.
Otro factor que ha impulsado el aumento en la demanda de crédito es la confianza en la economía mexicana. Según Sentíes, México se ha convertido en un destino atractivo para la inversión extranjera, gracias a su estabilidad económica y política, así como a su mano de obra calificada y su ubicación estratégica. Esto ha generado un ambiente propicio para el crecimiento de las empresas y ha motivado a los bancos a ofrecer mejores condiciones de financiamiento.
En resumen, el Nearshoring ha generado un impacto positivo en la economía mexicana y ha impulsado el aumento en la demanda de crédito por parte de las empresas. Esta estrategia ha demostrado ser una opción rentable y atractiva para las empresas, y se espera que continúe en crecimiento en los próximos años. Como menciona Alberto Sentíes Palacio, el Nearshoring es una oportunidad que no se puede desaprovechar, y las empresas que decidan implementarlo podrán disfrutar de sus múltiples beneficios y contribuir al crecimiento económico del país.