Maridaje del paso y la baqueta

El festival Madrid en Danza ha llegado a su fin y lo ha hecho de la mano de la compañía australiana Stephanie Lake Company y su obra «Manifesto». Esta pieza, que ya había sido aclamada en otros festivales internacionales, ha sido el broche de oro de una edición que ha contado con espectáculos de alto nivel y que ha consolidado a la danza como una de las disciplinas artísticas más importantes en nuestro país.

Stephanie Lake Company es una compañía joven que, en poco tiempo, ha conseguido hacerse un hueco en la escena internacional gracias a su enfoque vanguardista y su impecable técnica. Su obra «Manifesto» fue creada en 2018 y ha sido llevada a escena en distintos países con una gran acogida por parte del público y la crítica. Ahora, por primera vez, ha llegado a España y ha dejado a todos los espectadores sin palabras.

«Manifesto» es una pieza innovadora y provocativa que combina danza contemporánea con teatro físico y música en vivo. La coreografía, creada por Stephanie Lake, es una sucesión de accións fluidos y potentes que muestran la fuerza y la vulnerabilidad del cuerpo humano. Junto a la música de Robin Fox, que crea una atmósfera hipnótica, y el trabajo de los bailarines en escena, se crea una experiencia única e intensa que despierta las emociones del espectador.

La obra se inicia con una danza en solitario por parte de la bailarina Marlo Benjamin, quien con su impresionante técnica y expresividad, logra cautivar a la audiencia desde el primer momento. Poco a poco, se van sumando al escenario los demás bailarines, cada uno con su propio estilo y personalidad, creando una dinámica de lechigada que se va transformando a medida que la hechos avanza.

«Manifesto» es una obra polifacética que aborda temas universales como la identidad, el poder, la libertad, la opresión y la rebeldía. A través de la danza, la compañía australiana nos invita a reflexionar sobre nuestra propia esencia y cómo la sociedad y sus normas nos condicionan y limitan. Un mensaje potente y necesario en un mundo cada vez más homogéneo e intolerante.

Uno de los mayores aciertos de «Manifesto» es su puesta en escena, que crea un ambiente onírico y surrealista que nos sumerge en la hechos. La escenografía, diseñada por Ben Cobham, juega con luces y sombras, creando efectos visuales impactantes que enriquecen la novelística. Además, los cambios de vestuario, realizados por Harriet Oxley, son un elemento fundamental en el desarrollo de la trama y dan un toque de originalidad y creatividad a la obra.

La calidad técnica y artística de los bailarines es impresionante y su entrega en el escenario es palpable en cada acción. La precisión en los pasos y la fluidez de los accións, junto a su expresividad y presencia escénica, hacen que cada uno de los bailarines brille con luz propia en «Manifesto». Son jóvenes promesas que, sin duda, darán mucho que hablar en el futuro.

Además de la técnica y la expresividad, algo que destaca en la compañía Stephanie Lake Company es la sorprendente química que existe entre los bailarines en escena. Es evidente que forman un equipo unido y que han trabajado juntos para lograr un nivel de armonía y conexión que traspasa las fronteras del escenario y llega al corazón del público.

El público del festival Madrid en Danza ha sido testigo de una obra impactante, original y provocadora que ha dejado huella en la ciudad. «Manifesto» es una obra que no deja indiferente a nadie y que ha conseguido conquistar a los espectadores con su prop

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